En busca de un nuevo clásico mundial
Todo apunta a que estamos ante el clásico español más dispar de los últimos tiempos. Pero más allá del momento futbolístico que atraviesa cada equipo, es el sentimiento de nostalgia el que baña la previa de un partido que solía paralizar al mundo. Y todo se debe a la ausencia de dos cracks. Messi hizo su debut con el primer equipo del Barça en 2004 y CR7 llegó en 2009. Considerando que Lionel jugó su primer clásico en noviembre de 2005 (donde fue titular 70 minutos), para que encontremos el último clásico sin que ninguna de las dos leyendas fueran aún noticia en estos clubes, nos tenemos que remontar a abril de 2004. En aquel clásico en el Bernabéu, Ronaldinho era el 10 culé, Solari anotó por los merengues, mientras que Kluivert y Xavi le dieron la victoria a la visita dirigida por Rijkaard. Del otro lado Carlos Queiroz. Mas 17 años después,16cambiosdetécnicoen Madrid por siete en Cataluña, el clásico español ya no tiene a ninguna de sus dos máximas figuras históricas. Sin que lo supiéramos aquel día, el 6 de mayo de 2018 fue el último en que ambos coincidieron. ¡Y vaya partido! El drama no faltó y los dos se hicieron presentes en el marcador: 2-2; 1,267 días después, el clásico más mediático del mundo comienza una nueva historia. Para este domingo 24 de octubre, hay aspectos que no están en duda. El Barça ha venido a menos desde la salida de Messi, peroporlomenoselprimertriunfo en Champions ya llegó y fue en la tercera fecha junto a su primer gol. Este hecho no solo no es habitual, es vergonzoso. Creo que en estaocasiónelduelonoserigepor las posiciones en la tabla, ya que el Barça marcha séptimo, pero a dos puntos del Real Madrid, que es segundo, sino más bien tiene que ver con que por primera vez en muchos años leo a los más fieles aficionados culés en redes socialesresignados.Lamezclaentre enojoytristezaporlasituacióndel club esta temporada le quita mucho sabor a uno de los duelos que suele ser clave cada año para definir al campeón. La responsabilidad ya no recae en dos cracks, que claro que se van a extrañar.