La guerra en streaming, aquí y ahora, desde nuestro sofá
Por primera vez un conflicto bélico es transmitido en vivo 24 horas, siete días de la semana, y los “corresponsales” son los ciudadanos y las propias víctimas
Son las tres de la madrugada en Ciudad de México y en el canal de YouTube Live webcams hay 10 mil personas que se mantienen despiertas viendo en streaming como misiles rusos caen sobre ciudades de Ucrania. Los espectadores esperan sentados frente a su computadora o celular, otros durante su tiempo libre o en el transporte público, pero todos quieren ver en vivo algún enfrentamiento.
Este conflicto armado entre Rusia y Ucrania marca un paradigma: por primera vez una guerra es transmitida en vivo durante 24 horas, los siete días de la semana y los “corresponsales de guerra” son los ciudadanos, las víctimas del conflicto, quienes informan al mundo, retratando cada detalle de los ataques.
En la Segunda Guerra Mundial, la radio y el cine fueron los principales medios para dar a conocer los avances de los aliados; la guerra de Vietnam fue la primera guerra televisada de la historia. Años más tarde, el conflicto del Golfo fue el primero con transmisiones televisivas en vivo. Ahora, miles de personas detrás de un monitor buscan en Tik Tok, Facebook, Instagram y Twitter, vivir al instante cada invasión que deja edificios derrumbados y civiles en el suelo.
El conflicto armado se convirtió en un reality show en donde la gente se mantiene al pendiente esperando en tiempo real la explosión de una bomba, o la entrada de las tropas rusas, mientras discuten sus posturas durante las transmisiones en vivo por internet.
Todo es negocio
Para Luis Ángel Hurtado, especialista en redes sociodigitales e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, “estamos frente a una guerra en la cual las transmisiones en vivo se están dando de una forma organizada y más recurrente que en otros conflictos”.
Las imágenes de la guerra se ven en las redes sociales, un ejemplo es el momento que captó el usuario de Tik Tok war_ ukraine_live, que tiene 12 mil seguidores, cuando un misil explotó en su edificio; otro usuario transmitía en vivo la incursión de un convoy de vehículos blindados rusos a la ciudad de Borodianka cuando un tanque disparó a su ventana, alcanzando las 10 mil reproducciones.
Un factor para que el fenómeno sea a tan grande escala es, en parte, porque en Ucrania 71 por ciento de la población tiene acceso a internet a diferencia de otro países que han sufrido guerras, como por ejemplo Afganistán, donde solo 8 por ciento tiene acceso, según un informe del Banco Mundial.
En YouTube hay al menos 10 canales transmitiendo en vivo pero muchos más con recopilaciones de los ataques. Juntos acumulan 6.5 millones de visitas, según The New York Times, quien resalta que en Twitter, las reproducciones han alcanzado hasta 9.3 millones de vistas y en Tik Tok, con la etiqueta #kievlive, aparecen los streaming de los ucranianos contando su experiencia de la guerra.
Luis Hurtado comenta que también el conflicto se volvió un negocio para los generadores de contenido por internet, “para que la sociedad se involucre, tiene que haber una ganancia en visualizaciones, o sea para que un usuario decida ser 24/7 tiene que haber el interés de un público bastante amplio para que sea redituable en visualizaciones,
likes y subscripciones”. Pero esto también ha generado una guerra propagandista en las redes sociales, una guerra de fake news.
“Hay que ser bastantes desconfiados de esta información, no se debe de creer en todo lo que se ve en las redes sociales”,alerta Gerson Hernández, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
La invasión se convirtió en un reality show en donde la gente espera ver una explosión
Ha generado también una carrera propagandista de fake news en las redes sociales