Los barones piden manos libres
Admiten la reforma del PSOE pero recelan de un ‘núcleo duro’ que podría restarles autonomía e invadir competencias «Yo no le digo a Sánchez lo que tiene que hacer ni él a mí lo que tengo que hacer», afirma el presidente de Asturias
La remodelación emprendida por Pedro Sánchez en el PSOE ha sido bien recibida, de manera general, en el partido. Se aprueban perfiles de peso y de contrastada trayectoria en la formación, como los de María Jesús Montero, Patxi López o incluso Pilar Alegría. Pero en el seno de la formación socialista no ha pasado desapercibida la concentración de poder que supone el núcleo duro de nueve personas que ha activado el presidente del Gobierno y secretario general, que será el que concentre el «poder real» de la formación y tome las «decisiones estratégicas». Frente a ello, los territorios exigen tener autonomía para tomar sus decisiones y alertan de que no quieren una invasión de competencias.
La concentración de poder, la tutela de La Moncloa sobre Ferraz, es vista con recelo. Los barones habían exigido un cambio, un golpe sobre la mesa tras el batacazo en Andalucía para reflotar el partido. Y, sobre todo, que se mejorara la conexión con las federaciones y se acabara con el «enfrentamiento» entre cargos en Ferraz, porque eso «debilita» al PSOE. Pero lo que no quieren es que los cambios profundos y la activación de ese núcleo duro suponga una injerencia en su parcela de poder. Así lo expresan desde varias federaciones consultadas por este diario.
Sánchez llamó la semana pasada a los líderes territoriales para explicarles los cambios. La respuesta fue una carta blanca, como la que esperan tener ellos cuando les toque. «Somos un partido federal pero tenemos que respetar la autonomía de todas las federaciones», expuso este sábado la consejera de Presidencia de Aragón, Mayte Pérez, que asistió al Comité Federal.
En los últimos días ha habido presidentes autonómicos que han defendido sus ámbitos de decisión. «Yo no soy nadie para decirle al secretario general del PSOE si debe reformar el partido o no y hasta qué nivel cree que tiene llevar la reforma, igual que yo no le admitiría que me dijera qué modificaciones debo hacer en mi Ejecutiva o en mi Gobierno. Seamos claros: yo no le digo a él lo que tiene que hacer y él no me dice a mí lo que tengo que hacer. Cada uno en su terreno», expuso Adrián Barbón, presidente de Asturias. El sábado, en el Comité Federal, lo recalcó: «Es responsabilidad del secretario general, como en el caso autonómico es la mía, presentar los cambios que considere mejores y oportunos».
«Pedro Sánchez sabe que el socialismo aragonés será más eficaz cuanta más autonomía tenga para tomar decisiones y menos injerencias tenga de la Ejecutiva federal a la hora de tomar esas decisiones», fue la reflexión de Javier Lambán, presidente de Aragón.
El Comité Federal ha supuesto, además, el pistoletazo de salida para la convocatoria y el calendario de primarias, así como las candidaturas a las distintas instituciones. Los presidentes autonómicos ya están dando los pasos para oficializar que se presentarán a la reelección. El calendario de primarias está activado para ciudades de más de 20.000 habitantes. Habrá dos tandas, una primera, con votación el 9 de octubre, y una segunda, el 11 de diciembre.
Pero la elaboración de las listas siempre es delicada. En 2019 hubo un caso que atañe a una persona que ha visto reforzada su autoridad en el PSOE: Pilar Alegría. El Comité Provincial del PSOE de Zaragoza aprobó unas listas para el Ayuntamiento al que se presentaba como candidata Alegría que no era de su agrado. Ferraz intervino para modificar la lista e incluir a personas de confianza de la hoy ministra. Es un ejemplo de los conflictos que generan las listas.
Vistas las últimas elecciones autonómicas que se han celebrado, los territorios prefieren que les dejen hacer, porque consideran que los electores están premiando y valorando la gestión de quienes han estado al frente de los ejecutivos estos años, con momentos tan complejos como la Covid-19 o la actual crisis socioeconómica. «Necesitamos que no nos estorben, que nos dejen hacer», dicen fuentes socialistas.
Sánchez quiere poner fin a la zozobra en el PSOE tratando de surtir al partido de liderazgos de «peso» y con pasado y ADN socialista. Pero en los territorios saben que, al me
«Necesitamos que no estorben, que nos dejen hacer», afirman en las federaciones
nos hasta ahora, su marca y la de los presidentes autonómicos estaban por encima de la del partido e incluso de la del propio presidente del Gobierno. Que pueden llegar a tener más tirón que las propias siglas. De ahí que su pretensión sea que, efectivamente debe haber una interlocución y coordinación con Madrid –que pilota y pilotará Santos Cerdán, secretario de Organización–, pero manteniendo la autonomía.
En el partido hay voces que creen que la coalición con Podemos y las alianzas con ERC y Bildu pasan factura. Y piden contraponer moderación y centralidad. «Me duele que a algunos los podamos llamar socios. Yo llamo socio al que puedo dejar la llave de mi piso cuando me voy de vacaciones. A ver cuántos se encuentran ahí», reflexionó Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, en el Comité del sábado.
De hecho, en la formación no pasó desapercibido que en un mapa político tan fragmentado como el español, el hito de la mayoría absoluta del PP en Andalucía se consiguió en base a una estrategia que hacía centrar el mensaje en la gestión del Ejecutivo autonómico y en el liderazgo del candidato, dejando el partido en un segundo plano.