El tratado y la disputa
Esto empieza a parecer un pleito con los socios; dicen los que saben que el Grito de Independencia y la soberanía y otras zarandajas podrían costarle a México 30 mil mdp. Échemelos a la cuenta, diría AMLO; total, ya entrados en gastos
El fogonazo de este apotegma regresó a la mente de Gamés en las sombras de la molicie: nadie necesita tanto unas vacaciones como aquel que ha tenido unas vacaciones. Además, no puede ausentarse unos días Gil porque regresa y encuentra un tiradero.
Unos días después del encuentro del Presidente con Joe Biden empezaron a salir los peines de la visita. Primero y entre otros, la captura de Rafael Caro Quintero ahí atrasito de unos matorrales, y luego el llamado y la protesta de Estados Unidos hasta el punto en el cual se ha planteado una negociación formal en el Tratado México-Estados Unidos-Canadá. Después de las consultas, se supone, vendrá el panel y luego el abismo; es decir, el castigo arancelario a México. Canadá también ha anunciado una solicitud de consultas.
Le va a caer la noche al gobierno de Liópez Obrador, con todo y Chico Che, y por desgracia al país todo. No somos nada, o sí, somos unos necios, bravucones, ignorantes y fanáticos.
Una nota de la redacción de su periódico El Financiero informa que “el presidente Andrés Manuel López Obrador amagó con defender a México si las son parte de sanciones políticas”. El Presidente: “tenemos muchísimos elementos para responder y si se trata de una sanción de tipo política nos vamos a defender”.
Y aquí empieza el carnaval. Dice el Presidente que dichas consultas pudieron ser promovidas por personas “que se dedicaban a saquear a México” y que se han visto afectadas por sus políticas. ¡Mecachis en veinte!
Si esto es así, está clarísimo que ha sido Peña Nieto y sus secuaces quienes promovieron las consultas. Comuníqueme con Joe Biden: ¿Joe? Soy Kike Peña: oye, Joe, promuévete unas consultas contra la propuesta energética de Liópez en el T-MEC. Perfecto, gracias, aprecio tu gentileza. Y listo: vienen las consultas. Es que de veras.
Y luego los gritos de taberna: “Como se les puso un alto, un hasta aquí, empezaron a hacer
No somos nada, o sí, somos unos necios, bravucones, ignorantes y fanáticos
trabajo en Estados Unidos y lograron esto(…)sinohayrazón(pararealizarlas),nosotrosnovamosaquedarnosconbrazoscruzados”. Y qué me ven, ¿soy o me parezco?
El grito de Independencia
Una nota de la redacción de Aristegui Noticias informa que “el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que su gobierno no está incumpliendo ningún compromiso del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, y anunció que durante el desfile cívico de conmemoración de la Independencia, contestará a sus dos socios comerciales sobre las solicitudes de consultas sobre las políticas energéticas mexicanas”.
Oigan, ¿y por qué el 16 y no el 15? El Presidente lo explicó con claridad meridiana: pues porque la rebelión de Hidalgo empezó la madrugada del 16 y no la del 15. Correcto más claro ni el agua.
Gil medita: ponga en una coctelera dos onzas de Juárez, una de Hidalgo, otra de Madero una copa pequeña de jarabe de Fidel Castro, unas gotas de Chávez. Agítese: ¿qué tenemos? Un brebaje venenoso que provoca un gran delirio y lograría que incluso México abandonara el T-MEC. ¿Estamos locos? Sí.
Esto empieza a parecer un pleito con los socios. Mala cosa. Dicen los que saben que el Grito de Independencia y la soberanía y otras zarandajas podrían costarle a México 30 mil millones de pesos. Échemelos a la cuenta, diría el Presidente; total, ya entrados en gastos.
“Voy a aprovechar para informar el día 16 de septiembre, el día de nuestra Independencia, sobre este asunto. No vamos a informar antes”.
Entreguistas
El mandatario (gran palabra) aseguró que es deseable mantener una buena relación comercial con ambos países, pero no a costa de la dignidad de los mexicanos, ni lo establecido en la Constitución: “no vamos a ceder porque es un asunto de principios, tiene que ver con nuestra soberanía”. Aseguró además que durante las negociaciones, cuando era presidente electo, su equipo de trabajo detuvo por dos semanas el proceso para incluir un capítulo que protege al petróleo mexicano.
“El gobierno anterior había ofrecido un capítulo especial del tratado entregando el petróleo”.Vengan,acáseregalaelpetróleomexicano. El que llegue primero se lleva la mayor parte del oro negro. Liópez Obrador señaló a los ex secretarios Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo de haber promovido esta política quecalificócomo“entreguista”.¿Yelexpresidente Peña Nieto? Con él nada, todavía.
Todo es muy raro, caracho, como diría Shakespeare: “no ensucies la fuente donde has saciado tu sed”.