Los franciscanos contra las mentes cochambrosas

Lleven medidas de austeridad pero en serio y no pedazos: los viáticos deben desaparecer, se prestan a la corrupción, la verdad. Canciller Ebrard, agarre su mula y a talonearle. Recuas baratas porque hay quien las da muy caras (no empiecen)...

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil tomó nota de que se avecina la pobreza franciscana en el gobierno de Liópez Obrador: “Mañana tengo reunión con todo el gabinete y vamos a llevar medidas de austeridad adicionales, vamos a reducir viáticos, viajes al extranjero y otras medidas. Independientemente de los poderes autónomos y que se tienen que tratar como un tema de Estado”. Gilga está de acuerdo: lleven medidas de austeridad pero en serio y no pedazos: los viáticos deben desaparecer, se prestan a la corrupción, la verdad: ¿que cuántos tacos te comiste? ¿Ah, sí? Gastos a comprobar; si como no, pues los pagas, manito, aquí no se mantiene a los vagos. ¿Eran de suadero o de cabeza? Pague sus tacos. Ah, ¿con que quieren viajar?, muy bonito, pues se van a llevar una sorpresa por andar de trotamundos. Canciller Ebrard, agarre su mula y a talonearle. Recuas baratas porque hay quien las da muy caras (no empiecen).

Oigan esto: “Para seguir manteniendo ahorros y seguir sin deudas adicionales, sin aumentar impuestos, las gasolinas... la solución es cero corrupción y austeridad”. Gil no sabe si el Presidente padece un serio problema de neurosis obsesiva o de mitomanía, los psiquiatras lo sabrán. De que la iniciativa y la reforma constitucional para que nadie gane un peso más que él; de que los conservadores son hipócritas y traidores a la patria; de que un par de zapatos estropeados y así hasta donde alcance a ver el telescopio Webb.

Dos bocas

En dos bocas cerradas no entran moscas. Gilga medita: si el Presidente cree que además de la demagogia de la austeridad, su discurso servirá para sacar algún dinero debajo de las piedras, se ha equivocado. Resulta que la Secretaría de Hacienda autorizó 22 mil 500 millones de pesos para pagar el IVA de los contratos. Cuando Gil sufre un ataque de risa pierde el conocimiento durante algunos segundos. Así ocurrió cuando Gamés leyó en su periódico El Universal que el Presidente quiso saber por qué se había encarecido la obra de 178 mil millones de pesos y salido de madre su costo. Se trata del IVA, señoras y señores, no se presupuestó. Gilga recuperó el sentido y preguntó: ¿de verdad? ¿No presupuestó el IVA? Pues que Gil sepa, eso no pasa ni en los pequeños puestos de chácharas porque además se incurre en una ilegalidad muy seria. El secretario de Hacienda dijo que Liópez Obrador ha pedido que se depuren los gastos en exceso.

Por un lado se van a revisar los viáticos, se reducirán los viajes; por otro, la hacienda del país se pone con 22 mil 500 millones de pesos porque no se presupuestó el IVA. ¿Estamos locos? Definitivo: sí.

El caso de CompraNet

Los presupuestos no son el fuerte del gobierno de Liópez Obrador. El Tren Maya costará 2.5 más de lo que se calculó en un principio. La eficiencia y el mantenimiento de las herramientas de la transparencia tampoco es lo suyo. La inhabilitación de CompraNet, lugar donde ocurren compras, ventas y contrataciones por parte del gobierno se debió a un problema técnico. De que hubo un desperfecto en el almacenamiento de datos y los servidor es que se requerían serán adquiridos en agosto. Madre de Dios, la cosa es peor de lo que Gilga suponía.

La respuesta del Presidente a quienes dieron cuenta del error fue esta: “Han tenido un problema técnico y ya les urgí para que se resuelvan porque nuestros adversarios ya están imaginando, con su mente cochambrosa, cosas que no son; ya saben que el león cree que todos son peludos (…) No se oculta absolutamente nada. Además, ¿qué caso tendría tirar una página si luego se tiene que volver a establecer? Y cuántos críticos tenemos, cuántos conservadores; incluso, en manejo de la computación, del internet, de todo”.

Gil hace un alto en el camino. Lo correcto habría sido un artículo que empezará así: Gil celebra que la página de CompraNet se haya caído en un hoyo negro. Felicidades a todos los que han intervenido en este logro. Gracias a quienes no compraron a tiempo los servidores. Porque, además, todos sabemos que en este gobierno no se miente, no se roba y no se traiciona. Es que de veras.

Todo es muy raro, caracho. Como diría Alexander Pope: “El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de la primera”.

Gil no sabe si el Presidente padece un serio problema de neurosis obsesiva o de mitomanía