Destino turístico
“Ciudad de México se ha convertido en parada obligada para conocer un México distinto a Los Cabos, Tulum o Cancún; JW Marriott es una opción”: Diana González, directora de ventas. el servicio, como suele hacerlo Janet en el área de la alberca.
Fiesta de sushi
La propuesta de alimentos es tan variada como los huéspedes que llegan a la sede de JW Marriot en Polanco.
En el bar, la fiesta del sushi se integra de ocho variedades para todos los gustos, puede ser “de anguila, salmón o atún e incluso hasta vegetariano”, dice la chef mientras prepara su recomendación con anguila, con pepino, aguacate, ajonjolí y una salsa especial de anguila. Y para maridarlo el bartender Andrés Romero sugiere un Dragón rojo, un coctel a base de mezcal artesanal 8 víboras.
Xanat y la vainilla
El restaurante, que inspira gran parte de su propuesta en su nombre, Xanat (flor de vainilla), ofrece una diversidad de experiencias a base de cortes, pescados, mariscos, pastas y platillos mexicanos.
El fin de semana, en el restaurante, tanto en su interior como en la terraza que siempre coquetea con los paseantes de Campos Elíseos. El ambiente se torna más familiar con el buffet; la recomendación se integra por la estación de frutas, omelets, fiambres, los tradicionales chilaquiles y por supuesto la dulzura que aportan los hot cakes o los waffles.
De paseo por Polanco
Como parte de las vacaciones sin salir de la ciudad, o staycation, se antoja dar un paseo cercano al hotel; así que la sugerencia es ponerse los tenis y visitar el aviario que, a una cuadra, permite el disfrute y conocer un poco más de las características de una diversidad de aves; o bien caminar por el Parque Lincoln y darse tiempo para disfrutar de un helado en la nevería Roxy o hasta unos churros de El Moro.