Católicos insisten en conversión de sicarios
Con una plegaria por asesinos y sicarios terminó la Jornada de Oración por la Paz convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, en reacción a los asesinatos de los sacerdotes jesuitas, Javier Campos y Joaquín Mora, en Cerocahui, Chihuahua.
Durante la jornada dominical, en todas las parroquias e iglesias de las arquidiócesis, diócesis y prelaturas del país oraron por la conversión de las personas que se dedican a matar a sueldo en el país.
El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Ramón Castro Castro, se dijo esperanzado de que la Jornada de Oración traiga frutos porque “lo estamos haciendo con todo el corazón”.
Detalló que los victimarios y miembros del crimen organizado causan dolor a miles de familias para tener dinero; sin embargo, “fácil los pueden matar el día de mañana; ¿de que les sirve acumular tanta riqueza? Si no son ricos ante Dios y van a ser juzgados”.
El provincial de la Compañía de Jesús en México, Luis Gerardo Moro, aseguró que el martirio de los sacerdotes en la sierra Tarahumara representó para los jesuitas “un gran dolor, pero también esperanza; donde abundó el pecado, brotó la gracia”, y que los asesinatos en Chihuahua “no son acontecimientos aislados, pues ejemplifican laviolenciasistemáticadelpaís”.
Moro señaló que el asesinato de los jesuitas remite a un sufrimiento que vive todo el país y la Compañía de Jesús en México se compromete a seguir “buscando justicia, paz y reconciliación, allá donde estamos con las miles de víctimas de la violencia lacerante”.