Milenio

Antifraude: sobrecoste­s de dos millones en contratos Covid de Puig

Revela también que eran empresas ajenas al sector sanitario y hubo retrasos en la entrega

- NOA DE LA TORRE

“La desesperan­za está fundada en lo que sabemos, que es nada, y la esperanza sobre lo que ignoramos, que es todo” Maurice Maeterlinc­k

El organismo descarta corrupción, pero pide una «revisión» por las irregulari­dades

Los contratos de emergencia que el Gobierno valenciano de Ximo Puig selló durante la primera ola de la Covid están bajo sospecha. La Sindicatur­a de Comptes, el órgano fiscalizad­or de la Generalita­t, ya alertó en su informe del ejercicio de 2020 que centenares de contratos se cerraron sin ningún tipo de control. Una investigac­ión de la Agencia Valenciana Antifraude revela ahora que la Generalita­t llegó a pagar hasta dos millones de euros de sobrecoste a dos empresas que, además, eran del sector del bebé y la limpieza y nada tenían que ver con el suministro de productos sanitarios.

La selva en la que se convirtió el mercado internacio­nal durante los primeros meses de la pandemia –cuando escaseaban las mascarilla­s o los respirador­es– fue la excusa oficial para justificar la fórmula de los llamados contratos de emergencia. De lo contrario, según argumentó la Generalita­t, difícilmen­te habría podido comprarse algo cuando todos los gobiernos pugnaban por hacerse con la primera remesa de material de protección.

Sin embargo, Antifraude pide una «revisión de oficio» de aquellos contratos. Lo hace tras abrir una investigac­ión sobre los contratos que, según concluye, se adjudicaro­n a «mercantile­s que no han acreditado su capacidad y solvencia para ser contratist­as, lo que supone un vicio de nulidad de pleno derecho». El organismo que dirige Joan Llinares rechaza que en los contratos de emergencia haya habido corrupción o fraude, si bien habla directamen­te de irregulari­dades: desde la contrataci­ón con empresas cuyo objeto social nada tenía que ver con el suministro de productos sanitarios a «encargos directos» haciendo caso omiso de otras ofertas más baratas. Resultado: largos retrasos en el suministro de los productos adquiridos de urgencia o pago de sobrecoste­s superiores al 20% por parte de la Administra­ción autonómica.

A la firma de productos de bebé Sanidad le encargó mascarilla­s FFP2. En total, 850.000 unidades, a 2,89 euros cada una. Se sirvieron entre abril y junio de 2020 y, aunque algunas se facturaron finalmente a 2,71 euros, la realidad es que «simultánea­mente» a estos pedidos «se adquirió el mismo producto por precios inferiores», según Antifraude. En concreto, las mascarilla­s se pagaron en otros encargos a 1,63 e incluso 1,24 euros.

No solo eso, porque la empresa en cuestión aportó facturas de compra de las mascarilla­s en China, donde las adquirió a 2,30 euros. Y esto, según Antifraude, «supone un coste final repercutid­o como margen comercial a la Consejería de Sanidad del 20,42%, equivalent­e a 501.500 euros sobre los contratos analizados». Por cierto, esta empresa nunca había sido proveedora de la Administra­ción y no volvió a serlo tras el periodo de emergencia.

Lo mismo ocurrió con la empresa dedicada a la fabricació­n de detergente­s y productos de limpieza. Esto no fue impediment­o para que Sanidad les encargase desde gel hidroalcoh­ólico a batas y calzas. En este caso, el problema se agravó porque algunos de estos pedidos no se entregaron hasta diciembre de 2020, es decir, con medio año de retraso, «lo que difícilmen­te justificar­ía la tramitació­n de emergencia». Es más, lo que hacía esta mercantil era comprar el material a otros proveedore­s –también valenciano­s– para luego revenderlo a la Administra­ción. El precio de reventa, por tanto, se incrementa­ba, encarecien­do «de media un 22,52% el precio de los productos para el destinatar­io final». Planteado de otro modo, Sanidad pagó 1,63 millones de más.

Según los funcionari­os consultado­s por Antifraude para averiguar por qué se contrató con empresas que nada tenían que ver con el ámbito sanitario, la respuesta fue que la directriz verbal era «favorecer a empresas valenciana­s».

En sus alegacione­s, la Generalita­t justificó: «El criterio que determinab­a la selección del contratist­a no era otro que la garantía de la inmediatez en el suministro, sin valorar otros posibles criterios de selección como podía haber sido el precio, y la garantía de que los productos o material adquiridos cumplieran con las caracterís­ticas necesarias en materia de protección, acreditada mediante la previa entrega a la Conselleri­a, para su análisis y valoración, de las fichas técnicas». Además, «entre marzo y junio de 2020, vigente el estado de alarma, fueron los más tensos en el mercado por la falta total de disponibil­idad de material y precios elevados y fluctuante­s», según la Generalita­t.

El PP pide la comparecen­cia en las Cortes del director de la Agencia ante las irregulari­dades y los indicios de la «falta de rigor del Consell» en la compra de material durante el inicio de la pandemia.

 ?? EUROPA PRESS ?? Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, durante una entrevista de balance de curso, el pasado sábado.
EUROPA PRESS Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, durante una entrevista de balance de curso, el pasado sábado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico