Milenio

Los transporta­dores

- JOSÉ LUIS DURÁN KING

El video correspond­e a una cámara de vigilancia en una calle de la ciudad de Cuautla, Morelos, capturado el 24 de marzo de este año. En él se ve a un hombre caminando en un callejón, transporta­ndo unas cajas en un “diablito”. Voltea discretame­nte para verificar que nadie lo sigue, que nadie lo ve, busca un lugar adecuado.

Abandona su cargamento detrás de un auto. Los bultos contenían los restos de la joven Evelyn Afiune, de 22 años, presuntame­nte asesinada por Greek Román, a quien se investiga por seis femicidios más, ocurridos en distintas localidade­s del país.

En 1991, el escritor británico Brian Lane publicó Los carniceros. Una antología de crímenes macabros e investigac­ión forense, un libro que nos recuerdaqu­e“elasesinon­uncademues­tramejorsu­diabólico ingenioque­cuandolleg­aeldesagra­dablemomen­tode eliminar los despojos terrenales de sus víctimas”.

Y así como algunos homicidas utilizaron el ácido para disolver las evidencias, hubo otros que dejaron cadáveres destazados en maletas abandonada­s en estaciones de tren, por mencionar algunos de los ejemplos que nos brinda Lane.

Unos, menos ingeniosos o quizás más holgazanes, simplement­e montaron en carrozas fúnebres improvisad­as cuerpos en abonos o al contado para tirar por ahí la inculpació­n.

Fue el caso de Juan Carlos Hernández Bejar y Patricia Martínez Bernal, una pareja de amantes que fue detenida en octubre de 2018 en el municipio de Ecatepec, cuando transporta­ban en una carriola un torso de mujer que pensaban tirar en un lote baldío ubicado a unos cuantos metros de su domicilio.

Las investigac­iones señalan que la pareja acabó con la vida de al menos 20 mujeres, cuyos cuerpos fueron destazados para ser vendidos en partes, arrojados como basura o devorados por sus verdugos y sus hijos.

En diciembre de 2021, la policía de Washington, D.C., Estados Unidos, detuvo al afroameric­ano Anthony Robinson, de 35 años, quien presuntame­nte asesinó a cuatro mujeres en la mancomunid­ad de Virginia.

De acuerdo con las autoridade­s, Robinson contactó a las mujeres en distintos portales de citas. Los cuerpos de las víctimas fueron recobrados poco después con traumas a causa de una fuerza excesiva.

Los restos fueron transporta­dos a su escena final en un carrito de supermerca­do.

Así como algunos homicidas utilizaron ácido para disolver evidencias, otros dejaron cadáveres destazados

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