Cúpula de EY da luz verde para escisión de negocios
El proyecto de separar la auditora de la consultora se someterá a la votación de 13 mil socios y supondrá multimillonarias ganancias inesperadas; le dará a los clientes “más opciones”, dice CEO de la firma
Los jefes de EY aprobaron un plan para dividir la firma en negocios separados de auditoría y asesoría; la propuesta se somete ahora a la votación de 13 mil socios.
La decisión, que puede remodelar el sector de la contabilidad, se produce después de un verano de retrasos y desacuerdos internos sobre cómo debe funcionar la separación, ya que EY tiene el objetivo de que su división de asesoría cotice en bolsa a finales del próximo año.
Al igual que sus rivales de las cuatro grandes del sector —Deloitte, KPMG y PwC—, EY es una red de firmas nacionales en alrededor de 150 países. Los líderes de los 15 miembros más grandes de EY, que representan alrededor de 80 por ciento de sus ingresos anuales de 45 mil millones de dólares, fueron “unánimes” en su deseo de someter la división a la votación de los socios, dijo Carmine Di Sibio, presidente mundial y director ejecutivo de la compañía.
Los directivos de esta firma de 312 mil personas apuestan por que las divisiones de auditoría y asesoríapuedancrecermásrápidocomo negocios separados, sin las limitacionesdelosconflictosdeintereses que impiden a sus consultores trabajar con clientes de auditoría. La división le dará a los clientes “más opciones”, dijo Di Sibio.
En el contexto del plan, el negocio de EY que se enfoca en la auditoría, con ingresos de alrededor de 18 mil mdd, se mantendrá en la actual estructura de asociación. El negocio de asesoría, de mayor envergadura, se convertirá en una empresa independiente, con una participación de hasta 15 por ciento que se venderá a inversionistas externos.
El plan de EY supone un crecimiento agresivo de los ingresos en ambos negocios: hasta 7 por ciento anual en la operación de auditoría y 18 por ciento en la empresa de asesoría, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
Stand
Tras conocerse la muerte de la reina Isabel II, la libra esterlina cayó 0.3 por ciento frente al dólar, para cotizar en 1.15 dólares por unidad. En los mercados, el índice paneuropeo Stoxx 600 cerró una sesión volátil con una avance de 0.5 por ciento, y los bancos SX7P subieron 2.3 por ciento.
En Estados Unidos, el Promedio Industrial Dow Jones subió 0.61 por ciento, a 31 mil 774.52 unidades, mientras que el S&P 500 ganó 0.66 por ciento, a 4 mil 006.18 unidades. El Nasdaq sumó 0.6 por ciento, a 11 mil 862.13 unidades.
En el mercado petrolero, el crudo Brent ganó 1.31 por ciento, a 89.15 dólares por barril, mientras que la mezcla WTI avanzó 1.95 por ciento, para cotizar en 83.54 dólares. Carlos Alberto Bautista Pérez, especialista de la Facultad de Negocios de la universidad mexicana La Salle, afirmó que la continuidad en la gobernanza que se prevé exista en la corona británica con la investidura del rey Carlos III permitirá que los mercados internacionales salgan bien librados de la situación, señaló. Indicó que existen mecanismos para “calmar, primero a la población y luego a los propios mercados”, explicó.
Es probable que los socios se enfrenten a sus antiguos colegas después de la división, ya que el negocio de auditoría conservará algunas capacidades de asesoría y su crecimiento dependerá en parte del aumento de sus operaciones de consultoría.
Los socios de EY, a los que se les prometió grandes retribuciones si se produce la separación, deberán votar país por país si apoyan el acuerdo entre noviembre y enero, antes de una votación final del consejo de administración global de la firma y la ratificación de su consejo de gobierno.
Di Sibio no quiso decir si estaba confiado en que obtendrá el respaldo de los socios. “Nuestros líderes no propondrán esto a menos que pensáramos que es lo correcto”, señaló.
Las operaciones chinas de EY quedaron excluidas del acuerdo, lo que significa que los consultores del país seguirán vinculados al negocio de auditoría de la firma.
“El único país de los 15 principales en el que tendremos que trabajar más es China”, dijo Di Sibio. EY todavía no logra idear una estructura de acuerdo considerada satisfactoria por los reguladores chinos.
Tanto los asesores como los auditores de cualquier firma miembro de EY que rechace la escisión seguirán formando parte de la firma global de auditoría.
Parte de los nuevos negocios estarán sujetos a una cláusula de no competencia. “Todavía estamos debatiendo el espacio de tiempo, probablemente tres años”, dijo Di Sibio.
El presidente de la firma agregó que el negocio de auditoría mantendrálamarcaEY,mientrasqueel deasesoríarecibiráunnuevonombre.“Todavíanosedecidedeltodo, pero eso es lo que suponemos”.