Twitter, nuestro espejo
“Por favor tomen en cuenta que Twitter va a estar haciendo muchas cosas tontas en los próximos meses. Nos vamos a quedar con lo que funciona y cambiar lo que no”, escribió ayer Elon Musk, quien pareciera estar pasándola bomba con su nuevo título extraoficial de Operador del teléfono de quejas de Twitter en su perfil. Y sí, suena divertido y hasta anecdótico si lo vemos así, pero entonces la pregunta es urgente: ¿lo que funcione para qué?
Primero que nada no podemos olvidar las elecciones en Estados Unidos, donde no existe nada similar a una veda electoral, mucho menos para una red social. Pero una que busca “empoderar el periodismo ciudadano” y “ser la fuente más confiable de noticias del mundo”, según su dueño. Realmente causa impacto cuando manda mensajes políticos completamente distintos a lo que siempre hizo. Y uno aquí preocupado por nuestros influencers de telenovela.
Ayer apareció y desapareció en solo horas una segunda forma de verificar, que parecía ser una buena solución a la petición de medios, políticos y figuras públicas de mantenerse aparte del Twitter Blue, o el premium con palomita por ocho dólares. También vimos cómo el flamante CEO aseguró a los anunciantes que sus mensajes no aparecerían a lado de los de “odio” que pululan en la red.
Y ni hablemos del tema de la comedia y los comediante suspendidos. Claro, las reglas de no hacerse pasar por alguien sin aclarar que es parodia es una buena, pero ¿también la comedia tendrá nuevos árbitros? Eso y mucho más está en el aire, así como el futuro de nuestras comunicaciones a través de esa ave azul.