Guitarras por la Paz
Los festivales de rock benéficos tienen dos características básicas: se convierten en espectáculos legendarios, con momentos de dimensiones homéricas como aquel de Freddie Mercury poniendo a cantar a Wembley e inaugurando el Día del Rock, pero poco aportan para aliviar las penas que les dieron origen. Son simbolismo puro.
Después del fundacional Woodstock de 1969 vino el Concierto para Bangladés en 1971, éste sí ya con fines específicos de recaudación de fondos encabezado por George Harrison, acompañado por Eric Clapton y Bob Dylan en el Madison Square Garden, con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia en cuanto al manejo de los recursos.
El concierto más icónico en la materia ha sido el Live Aid, de junio de 1985, que convocó a más de 150 mil personas en dos pistas, Wembley y Filadelfia, con la reunión de figuras del rock y del pop más importante jamás vista: de Madonna a Dire Straits, de Sting a Queen, de Status Quo a U2 y de David Bowie a Elton John, sin olvidar a The Who, Black Sabbath, Santana, Mick Jagger, Paul McCartney y el plato fuerte, la primera reunión de Led Zeppelin desde su truene con Phil Collins en la batería, todo organizado por Bob Geldof.
A ritmo de la rola “We Are The World”, de Michael Jackson y Lionel Ritchie, los fondos recaudados estaban destinados a combatir la hambruna en Etiopía y Somalia, y por eso el logotipo del acontecimiento es una guitarra cuyo cuerpo es el mapa de África. Bono, a quien desde entonces no se le va una, copió el concepto y armó su Live 8, aprovechando la fonética de Live Aid, para sacarle una lana a los países más ricos con once conciertos simultáneos contra la pobreza.
Ahora, en medio de la invasión de Rusia a Ucrania, la firma Gibson ha lanzado la campaña Guitarras por la Paz asociada con algunas figuras como McCartney, Keith Richards, Slash, Brian May, Mark Knopfler y Fher de Maná. La edición limitada de esas liras con los colores de la bandera ucraniana ahora está a subasta para recaudar fondos a favor de las víctimas de la guerra.
Gibson ha lanzado la campaña asociada con figuras como McCartney, Keith Richards y Slash