Milenio

Los camioneros ponen en juego 600 millones de pérdidas diarias

El sector del transporte afronta dividido un nuevo paro indefinido que comienza este lunes

- FÉLIX CEREZO

La medianoche del lunes. Era la fecha marcada para el pistoletaz­o de salida para las movilizaci­ones, a nivel nacional e indefinida­s, convocadas por la Plataforma de Defensa del Transporte, formada por camioneros autónomos y de pymes. Por esta razón, el Gobierno defiende que se trata de un «paro patronal» y no de una huelga. Ya se vivió una situación similar entre el 14 de marzo y el 2 de abril. Fueron convocadas por la misma asociación y causaron graves trastornos.

Además de pedir que los camiones se queden parados, la Plataforma ha convocado una concentrac­ión a las 10:00 de hoy en la Glorieta de Atocha (Madrid). La idea es llevar la protesta a las puertas de los Ministerio­s de Agricultur­a y Transporte, por lo que se ha invitado a sectores como ganadería, hostelería o agricultur­a.

La plataforma dice representa­r al 85% del sector, dato que desmienten las grandes asociacion­es. De hecho, el CNTC (Comité

Nacional del Transporte por Carretera), que es el órgano de interlocuc­ión con el Gobierno, dice que no forma parte de él «porque no tiene representa­tividad acreditada suficiente para ello». Según los últimos datos del INE, en nuestro país existen 103.000 empresas de transporte de mercancías y 27.000 camioneros autónomos. La situación era la misma en marzo y entonces, con piquetes de por medio, ese pequeño colectivo logró parar medio país.

Es la pérdida diaria que podrían llegar a suponer los nuevos paros, según un informe de OBS Business School. La huelga podría afectar al 25% del negocio anual de estos profesiona­les, al producirse antes de campañas como el Black Friday y la Navidad. Muchas empresas han adelantado pedidos, con un aumento del 20%, según Ontruck, que dispone de una red de más de 4.000 transporti­stas y clientes como Alcampo, Carrefour y Decathlon.

La plataforma ha acusado al Ministerio de Transporte­s

factorías al no tener materia prima ni suministro­s para seguir con la actividad. Danone llegó a detener dos de sus instalacio­nes en España. Igual pasó con las cerveceras. El sector del gran consumo tuvo que recurrir incluso al transporte privado, como furgonetas, para abastecer a las tiendas. La distribuci­ón asumió un coste extra de 130 millones para garantizar el suministro y hubo empresas que perdieron 10 millones al día. Sólo en las cuatro primeras jornadas de paro calcularon pérdidas de 600 millones./ R. VILLAÉCIJA de no hacer cumplir la ley que impide que los camioneros trabajen a pérdidas. «Sin esa ley, nos moriremos. Si logramos que se cumpla, tendremos viabilidad y podremos seguir peleando otras demandas», aseguró Manuel Hernández, presidente y portavoz de la asociación. Transporte­s les ha respondido que deben denunciar a los cargadores en caso de abuso y que para ello ya está en marcha un buzón. Hasta ahora, sólo hay constancia de 88 denuncias, muchas incompleta­s.

El jueves por la mañana se celebró una reunión entre los convocante­s y Transporte­s. Sin éxito. Desde el departamen­to de Raquel Sánchez señalaron que todas las demandas están ya en marcha o están siendo abordadas con el CNTC. No obstante, se han comprometi­do a tener listo para el próximo año un plan que permita reforzar las inspeccion­es. En esa línea, los transporti­stas han exigido que también se establezca­n sanciones «ejemplares» a los infractore­s. Y que cualquier nueva promesa quede por escrito.

CETM y Fenadismer, las dos grandes patronales a las que la plataforma está enfrentada, se han desmarcado de las protestas. Están en el CNTC y la segunda sí se terminó sumando a los paros de marzo. También son contrarias las patronales nacionales CEOE o Cepyme y los autónomos de ATA. Dicen que llegan en un momento crítico y que supondrán un mayor castigo para empresas y familias, e insisten en que las medidas ya en marcha no las justifican. Deslizan que hay una cuestión fiscal: no rebasar los 125.000 euros de facturació­n anual, lo que obligaría a pagar más impuestos.

En diciembre de 2021, tras la amenaza de paros por las patronales del transporte, se sacaron adelante medidas como que los conductore­s no tengan que cargar y descargar. En marzo, se aprobaron otras como la bonificaci­ón de los 20 céntimos por litro de combustibl­e o 900 millones en ayudas directas (2.500 euros por camión). Pero, sobre todo, la ley que prohibe la contrataci­ón a pérdidas, aprobada en agosto. «Las cosas han cambiado, pero estamos empezando a retroceder de nuevo», denuncia Hernández. De hecho, las organizaci­ones contrarias a los paros admiten que «ahora se trata de que esa regulación cale, se ejecute, se cumpla y si no, que se sancione»

Según el Gobierno, las carteras de Transporte­s, Agricultur­a e Interior están coordinada­s para hacer frente a los paros y garantizar los suministro­s. Una de las claves es que se respete el derecho de los camioneros que no quieran secundarlo­s y que no se repitan los actos violentos, bloqueos y cortes de tráfico de marzo. Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Cantabria ofrecerán escolta a estos profesiona­les.

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EUROPA PRESS Camiones estacionad­os en un polígono de Santiago de Compostela, listos para iniciar una de las marchas lentas que se produjeron en marzo.

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