Arte. “Pintar es un descanso, como si fuera una terapia” Rumbo a “Tengo un sueño 2022”
Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, convivió con niñas, niños y jóvenes de Semilleros Creativos. Paola Celada inaugura este miércoles Alma y materia en Casa Lamm; la artista regiomontana recibió a MILENIO en el montaje de la exposición
Aun par de días de inaugurar su exposición Alma y materia, en la Casa Lamm, la pintora y dibujante Paola Celada improvisa: con agua de una botella rebaja un poco de pintura negra sobre un pequeño recipiente. Desea repintar el marco de una de sus obras, a la que le encontró un pequeño detalle; quiere que todo quede perfecto.
Acude a primera hora a la galería para supervisar los detalles del montaje de su muestra. Dialoga con Avelina Lésper, curadora de la exposición, y con Mariana Chapa, directora de Artes Visuales de Galería Casa Lamm, sobre la distribución de los cuadros y de su instalación, con la que espera deleitar al público.
Apenas el 26 de mayo, Paola Celada inauguró otra exposición, Memorias de un genio, con la que rindió homenaje al pintor Julio Galán y al promotor cultural, mecenas y galerista Guillermo Sepúlveda, en el Centro Cultural San Ángel. Fue a beneficio de las estancias infantiles de la alcaldía Álvaro Obregón. Este miércoles sorprenderá al exhibir sus más recientes creaciones, ahora en la colonia Roma.
La infancia marca
La artista dice que no para de crear: “No me canso de pintar. Cuando no estoy pintando pienso que estoy perdiendo el tiempo. Para mí pintar es como un descanso, como si fuera una terapia”.
Esta vez optó por abordar el tema de la infancia, porque asegura que todo el mundo está marcado por ella para bien o para mal.
“A lo mejor lo bloqueaste, tal vez no te acuerdas de esos días, co
“En mi casa reinó la creatividad y la invención; uno de mis hermanos tenía un estudio de música y yo, mi taller de arte”
mo tú quieras, pero la infancia te marca. A consecuencia del apande mi ad eco vid 19 estuve encerrada y muy apegada a mis hijas, todo el tiempo permanecí analizando muy de cerca la personalidad de cada una ellas, fue entonces que nació la idea de hablar de este momento de la vida ”.
Al reflexionar sobre qué acontecimiento la marcó cuando era niña, la artista compartió que tuvo una infancia muy libre, que la dejaron hacer lo que quería; en consecuencia, la disciplina no era un verdugo.
“Mis hermanos son mayores y muy respetuosos conmigo, en mi casa reinó la creatividad y la invención. Mi papá tiene un taller en el que armaba aviones, carros y motos; uno de mis hermanos tenía un estudio de música, tocaba todos los instrumentos, lo sigue haciendo. Y yo tenía mi taller de arte, entonces como que siempre nos complementábamos, mi hermano me hacía de repente canciones para los cuadros, y yo le agarraba a mi papá material de los aviones para utilizarlo en ellos”.
Por esa razón, explica, no puede repetirse, como artista le encanta, le fascina, crear siempre cosas nuevas.
Su lenguaje
En esa búsqueda por consolidar su propio lenguaje, Paola Celada (Nuevo León, 1979) tomó la decisión de crear obras con los rostros de las personas, que ama o que admira, de cuando eran niñas, y ofrece una serie con los rostros intervenidos de María Félix, Virginia Woolf y Frida Kahlo. A ellos sumó a su mamá, Carmen Garza, en
el cuadro Yo traigo mi canasta de huevos por si acaso, y a su suegra, Patricia Albuerne, en la obra Luz de sol.
En Casa Lamm, la artista, que ha realizado obra para la Colección MILENIO Arte, recibió los objetos que integran la instalación que mostrará y ve cómo la arman. Explica que es una casa espejo en la que el espectador puede verse desde todos los ángulos y meditar: “Estás viendo la versión de afuera, para poder pasar esa barrera y decir: ‘Pasé la dimensión de quién soy yo’”.
Alma y materia se inaugura mañana y podrá visitarse a partir del jueves.