Bancos centrales tuvieron razón en actuar con dureza
Los errores políticos del pasado se combinaron con crisis como el covid y la invasión rusa para generar precios altos
“La estabilidad de precios es responsabilidad de la Reserva Federal y sirve como pilar de nuestra economía. Sin la estabilidad de precios, la economía no funciona para nadie. En particular, no lograríamos un periodo sostenible de condiciones sólidas en el mercado laboral que beneficie a todos”. De esta forma, Jerome Powell, presidente de la Fed, abrió su rueda de prensa después de la reunión del ComitéFederaldeMercadoAbierto del 2 de noviembre en la que se decidió subir la tasa de los fondos federales en 0.75 puntos porcentuales, hasta 4 por ciento. Tenía razón. Es el deber del Estado garantizar que su dinero tenga un valor predecible. Los bancos centrales son los encargados de esta tarea. Últimamente están fallando mucho.Esunanecesidadyunaobligación rectificar esta falla.
Entre septiembre de 2019 y septiembre de 2022, los niveles generales de los precios al consumidor subieron 15.6 por ciento en Estados Unidos, 14.1 por ciento en Reino Unido y 13.3 por ciento en la eurozona. Si los bancos centrales hubieran alcanzado sus objetivos, estosnivelesdeprecioshabríansubido poco más de 6 por ciento.
Hay buenas excusas para este fracaso, sobre todo las disrupciones provocadas por el covid-19 y luego la invasión de Rusia contra Ucrania; sin embargo, el resultado no se debe solo a las perturbaciones de la oferta. En los tres años transcurridos hasta el segundo trimestre de 2022, la demanda nominal creció 21.4 por ciento en EU, 15.8 en Reino Unido y 12.5 por ciento en la eurozona. Esto equivale a un crecimiento anual compuesto de 6.7, 5 y 4 por ciento, respectivamente. Estas tasas de crecimiento de la demanda son incompatibles con una inflación de 2 por ciento en estas economías, en especial en Estados Unidos y Reino Unido.
No hace mucho tiempo, a muchos les preocupaba que la inflación hubiera sido demasiado baja durante demasiado tiempo. En agostode2020,laFedanuncióuna nueva “Declaración sobre los objetivos a largo plazo y la estrategia depolíticamonetaria”.Enellaafirmabaque“despuésdelosperiodos en los que la inflación se ha situado por debajo de 2 por ciento, la política monetaria adecuada tendrá como objetivo lograr una inflación moderadamente superior al 2 por ciento durante algún tiempo”. Es difícil argumentar que el posterior rebasamiento de la inflación ha sido“moderado”.Lomásimportanteesquetransformólahistoria.En EU y Reino Unido, el aumento del nivel de precios en la última década equivale a un incremento anual compuesto de 2.5 por ciento. Al final de esta década, ese nivel es alrededor de 6 puntos porcentuales más alto en ambos países de lo que habría sido si se hubiera alcanzado elobjetivodeprecios;sinembargo, lagentenoargumentaquelasimetría ahora exija una inflación por debajo del objetivo, tal vez de 1 por ciento durante seis años. En la eurozona, en cambio, la inflación de la última década regresó al objetivo de 2 por ciento.
La idea de que hay que corregir lo pasado no es sensata, pero si la gente llega a la conclusión de que los bancos centrales solo compensan la baja inflación pasada, no la alta, y que los choques de inflación son más probables que los de deflación, también pueden concluir, con razón, que el indicador no alcanzará un promedio de 2 por ciento. Esta opinión se verá reforzada por el hecho de que las instituciones adoptan la política ultralaxa con más entusiasmo que a la inversa. En resumen, la gente pensará que tienen un claro sesgo inflacionario.
Esto no solo es historia antigua. Debe determinar lo que hacen los