Literatura. “La poesía siempre comprende y cuestiona la realidad”
Comenzó el XV Festival Internacional Letras en San Luis, dedicado a la escritora Ida Vitale
El XV Festival Internacional Letras en San Luis, dedicado a la poeta uruguaya Ida Vitale, Premio Cervantes 2018, dio comienzo con la lectura de un poema por cada uno de los convocados, 10 extranjeros y ocho mexicanos.
Organizado por Víctor Manuel Mendiola, el encuentro inició en las instalaciones del Palacio Municipal de la capital potosina, en donde estuvieron presentes el alcalde Enrique Francisco Galindo Cevallos y el director de Cultura, Daniel García Álvarez de la Llera, quien declaró: “Este festival se propone difundir la lectura, seducir a nuevos lectores demostrando que quien lee poesía puede lograr una mirada más abarcadora sobre el universo, la sociedad, los seres humanos”.
Entre los participantes, además de la homenajeada y Mendiola, se encuentran Raúl Zurita, Forrest Gander, Juan Manuel Roca, Miguel Ángel Zapata, Marco Antonio Campos, Verónica Volkow, Javier Sicilia, Silvia Tomasa Rivera, Armando González Torres, María Rivera y Margarito Cuéllar, todos con numerosos premios y traducciones.
Estímulo para la creación
Víctor Manuel Mendiola dice cuál es importancia de este proyecto: “Recuperar, a través de un programa de letras, la creación de cultura de alto rendimiento tiene un significado muy importante, porque apuesta por la mejor actitud mexicana y promueve la libertad, compañera de la gran creación. Esta es de manera inevitable, progresista, humanitaria y crítica, y es un estímulo fundamental para la creación de bienestar, progreso y paz. La poesía, en el gozo o exacerbación de los sentidos, casi siempre comprende y cuestiona la realidad”.
Los atlantes debían su grandeza a su sobriedad, autarquía económica y obediencia a las leyes.
No es extraño escuchar a los políticos hablar de paraísos perdidos y añorados, de utopías prometidas, de una Arcadia imaginaria que es preciso resucitar. Hace muchos siglos, Platón creó una de las leyendas más fascinantes de la humanidad, al describir una espléndida civilización olvidada, la Atlántida. El filósofo griego afirmaba conocer la historia del imperio atlante de labios de su abuelo, que a su vez la había escuchado a sus antepasados. Según esos relatos, miles de años atrás los atlantes construyeron una ciudad grandiosa con torres, templos y palacios protegidos por canales concéntricos en forma de anillos.
En realidad, sabemos que Platón aludía al mito de la Atlántida para defender sus ideales políticos, disfrazándolos de hechos históricos: los atlantes de los tiempos gloriosos debían su grandeza a su sobriedad, autarquía económica y obediencia a las leyes. Tras siglos de prosperidad, un repentino terremoto y una inundación habrían hundido en el mar la prodigiosa Atlántida “durante una noche y un día terribles”. A pesar de los aspectos fabulosos del relato, numerosos investigadores han creído en la realidad de la Atlántida y siguen buscando restos del continente sumergido en los fondos marinos de todo el mundo. Sin embargo, los vestigios de aquel edén no emergen, y los únicos paraísos que podemos situar en el mapa son los paraísos fiscales.