Sexenio corto, campaña eterna
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, anunció ayer que este año, en lugar de hacer lo que hemos visto cada primero de diciembre, un informe y celebración —pandemia mediante— de su llegada a Palacio Nacional, convoca a una marcha del Ángel de la Independencia al Zócalo, donde seguramente habrá informe, y que lo cambia de día para que no sea en un día laboral.
El anuncio mañanero es por supuesto una respuesta al inesperado éxito de la marcha del domingo, que, entre otras cosas, ha derrotado su reforma electoral.
El Presidente, entonces, da un paso al frente y convoca a un evento al que en minutos se suma la candidata líder en las encuestas para estar en la boleta, que decide que ese fin de semana no viajará, porque pues en su ciudad.
Y de alguna manera, porque así leyó él lo del domingo, arranca la campaña. Ya no la interna, sino la buena.
Habráqueverquién de parte del gabinete se avienta la caminata —¿el secretario de la Defensa?— y cómo se acomodan las corcholatas y cómo tratan a cada uno de los aspirantes los que marchen, pero más allá de eso será el banderazo para comenzar una batalla que no terminará hasta dentro de 18 meses. Sí, año y medio andaremos en eso.
Ya de por sí, el último año el Presidente andaba en un largo cierre de sexenio dedicado a supervisar obras para inaugurarlas antes de irse en 2024, y dejandoque el resto de la administración pues anduviera así, administrando, como si el país no necesitara algunos cambios.
El muy adelantado inicio de la disputa por la candidatura oficial ya había creado desatinos y problemas en los asuntos que realmente importan al país. Algunos muy públicos, otros no tanto pero que igual afectan. Llevamos meses con gobernadores y legisladores de Morena acomodándose con algún aspirante y golpeando a otros. Pregúntenle a Monreal, pero también podría contar cosas —si algún día contara algo— Ebrard y, supongo, Adán Augusto.
Más allá de la bronca interna es cómo se enfrenta con eficacia 2023, que parece será complicado en lo económico y en seguridad y violencia, cuando los que se supone tienen que hacer eso andan más preocupados por dónde andarán en 2025. Todos, por cierto, menos quien inició todo esto; él andará en su rancho allá en Palenque.
Habrá que ver quién de parte del gabinete se avienta la caminata