El gobierno abandona a los migrantes
Un mes después de que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, acordó con Estados Unidos recibir a migrantes venezolanos y brindarles apoyo, la crisis humanitaria hoy es peor.
En la columna Sin Ataduras del 20 de octubre advertimos: “Los venezolanos se pudren en México entre el abandono y la desesperación, país que alguna vez fue el paraíso del asilo”, opinión que trató de desmentir un insensato funcionario menor de la SRE.
El gobierno asumió en el extranjero compromisos internacionales que dentro no es capaz de cumplir y, aún peor, arroja la mayor parte de la carga a organizaciones privadas, laicas y religiosas.
Hoy es cada vez más evidente que el canciller asumió la responsabilidad de aceptar a miles de venezolanos sin prever las consecuencias humanitarias ni el daño al prestigio internacional de México.
Pareciera que el gobierno mexicano, con tal de cooperar conEstadosUnidosenfrenarlamigración a cambio de respetar la política energética, actualmente sometida a consultas en el marco del T-MEC, es capaz de sacrificar amilesdemigrantescomocarnedecañón.
El presidente de Médicos sin Fronteras, Christos Christou, de visita en México, declaró a El País que está muy preocupado por la situación de los 41 mil migrantes que se han quedado atrapados en nuestro territorio.
La mayoría de los albergues, pertenecientes a organizaciones humanitarias privadas, no se dan abasto, mientras que reciben escaso apoyo del Estado. Familias enteras duermen en la calle, pues los albergues están llenos y no hay más lugar para ellas.
Ante el desamparo, el doctor Christou se reunió con Maximiliano Reyes Zúñiga, subsecretario de Relaciones Exteriores para América Latina y El Caribe, y con Alejandro
Encinas Rodríguez, subsecretario de Gobernación de Derechos Humanos:
“A ellos les expresé mi ansiedad por la situación aquí. Les dije que tienen que hacer más a nivel federal y coordinarse mejor. También quería asegurarme de que ellos ven la situación de emergencia como la vemos nosotros”.
La reacción de los funcionarios, según el médico, fue la siguiente:
“Todos me escuchaban, pero no parecían sentirse presionados, no parecían sentir que la situación actual se salía de la normalidad de los últimos años. Pero nosotros pensamos que las cosas ahora mismo están yendo terriblemente mal”.
Esto fue lo que el doctor Christou observó durante una visita a Reynosa:
“Vimos familias enteras detenidas, aunque tenían todos los papeles necesarios para estar legalmente en México. Cuando ves menores detenidos, pues te empiezas a preocupar, cuando ves a niños durmiendo en la calle, sin agua, sin acceso a servicios básicos, te preocupas. No hay respuesta suficiente de las autoridades y necesitamos que sean ellos los que lideren el esfuerzo por atender a estas personas”.
Así padecen el desamparo miles de seres humanos en México, según la prestigiosa ONG, ganadora del premio Nobel de la Paz.
Un mes después de que Ebrard acordó con EU recibir a venezolanos, la crisis humanitaria es peor