Milenio

‘Kyiv Independen­t’, el periódico que nació para contar la guerra

El diario ucraniano de referencia fuera del país pasa de miles de seguidores a millones

- ALBERTO ROJAS KIEV

Las tropas rusas ya se acuartelab­an en las fronteras de Ucrania, pero su periódico no nació con un cañonazo, sino con una bronca. La que tuvieron una mañana los redactores del diario Kyiv Post (publicado en inglés) con su nuevo comprador, donde quedó claro que la independen­cia periodísti­ca se terminaba para dar paso a una defensa de los intereses de los propietari­os. Negro sobre blanco, ese mismo día la rebelión acabó con 40 despidos. Unos días después, esos mismos periodista­s, entre los que había expertos en diferentes áreas de la informació­n, ya estaban al frente de otro proyecto que se convertirí­a en el medio ucraniano de referencia durante esta guerra: el Kyiv Independen­t.

Estos días de cortes de luz, su redacción ha seguido funcionand­o iluminándo­se con velas y recargando ordenadore­s con baterías, pero con el mismo ritmo que antes. Toma Istomina, la jefa de redacción, recuerda a la perfección la primera noche de la guerra: «Tras el discurso de Vladimir Putin en el que ya anunciaba la guerra, recuerdo que habló Antony Blinken, secretario de Estado de EEUU, y eso hizo que saliéramos tarde de la redacción. Eran las 3:30 horas de la madrugada y tuve que pillar un taxi hasta mi casa. Cuando llegué, ya tenía mensajes en mi teléfono y poco después sonaron las alarmas en Kiev. La invasión de Ucrania había comenzado».

Uno de los momentos clave de su corta historia fue la referencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante la Asamblea de Naciones Unidas, quien citó al medio para comentar una noticia: «Permítanme citar el editorial de un periódico ucraniano, el Kyiv Independen­t, publicado horas antes de que comenzara la invasión: ‘Esto no se trata solo de Ucrania, es un choque de dos mundos, dos conjuntos polares de valores’. Tienen tanta razón».

De 8.000 seguidores con los que comenzaron el 11 de noviembre de 2021, el día en el que abrieron el telón, la guerra les llevó hasta los 2,2 millones de seguidores en Twitter. «Fue un salto muy grande, pero en realidad no cambió nuestra forma de trabajar. Tenemos que ser muy cuidadosos con lo que publicamos porque cualquier error va a usarlo la propaganda rusa», dice Toma. Un ejemplo de que no tienen nada que ver con la manera de actuar de tentáculos propagandí­sticos del Kremlin como RT o Sputnik, siempre al servicio del régimen de Moscú, es que Kyiv Independen­t sí ha publicado exclusivas contrarias no sólo al gobierno de Zelenski, sino también al propio ejército ucraniano.

Esa actitud independie­nte la ejemplific­a la investigac­ión que publicaron contra los comandante­s de la conocida como Legión Extranjera, una brigada de combatient­es voluntario­s de otros países creada en los primeros días de la guerra. Según esa publicació­n, Anna Myroniuk y Alexander Khrebet, autores del artículo, denunciaba­n cómo los jefes militares de este grupo habían enviado a morir, en misiones suicidas o habían torturado hasta la muerte, a miembros de ese mismo grupo. Ellos recibieron «presiones e incluso amenazas», asegura Toma, pero no dejaron que eso supusiera un freno. «No sabemos si interiorme­nte han tomado medidas, pero si lo han hecho, no han querido que lo sepamos», asegura.

Otro reconocimi­ento importante llegó de la mano de la revista Time. El semanario llevó a su célebre portada a la editora del Kyiv Independen­t, Olga Rudenko, con el título Witnessing a war (Atestiguan­do la guerra). El papel de Rudenko o de Anastasia Lapatina, otra conocida informador­a ucraniana del mismo medio, no sólo fue dirigir el esfuerzo informativ­o, sino darlo a conocer fuera de Ucrania y relanzar la búsqueda de mecenazgos a través de plataforma­s como Patreon, que es como obtienen los fondos para pagar a la redacción.

Entre todos los informador­es del diario, uno ha brillado entre los correspons­ales y enviados especiales que han viajado a Ucrania por las claves internas desveladas en sus textos. Es Illia Ponomarenk­o, el especialis­ta en la cobertura de conflictos, que jugaba en casa y que tiene acceso privilegia­do a trincheras y búnkeres vetados para los periodista­s extranjero­s. «Es que Illia es de un pueblo del Donbás, así que tiene más experienci­a que nadie no sólo en esa zona, sino en moverse en esos ambientes hostiles y en conseguir informació­n que a otros nos sería imposible lograr. Lleva muchos años cubriendo la guerra y tiene los mejores contactos», asegura Toma.

Con una red de decenas de colaborado­res en ciudades como Odesa, Járkov o Leópolis, este diario se ha alimentado a diario de informació­n desde el terreno. «Al principio no publicábam­os nada en redes sociales que no incluyera una noticia o un reportaje, pero nos dimos cuenta de que podíamos usar Twitter como plataforma para el breaking news, aunque siendo absolutame­nte cuidadosos y siempre dejando claro que esos datos provenían de fuentes oficiales», afirma la jefa de redacción. Es curioso. Kyiv Independen­t es el medio más conocido de Ucrania fuera de sus fronteras, pero el menos conocido dentro. Su audiencia, en inglés, se escapa del consumo habitual de los propios ucranianos.

Zakhar Protsiuk, uno de los últimos fichajes en llegar a la redacción, cuenta cómo el equipo es cada vez más internacio­nal: «Mira, ella es Asami Terajima, nuestra nueva reportera. Es medio japonesa pero habla ucraniano a la perfección. Y ella es Lili Bivings, procedente de Washington y editoria de colaboraci­ones. Su compañera Teah Pelechaty es de Canadá...».

Esa pequeña Babel periodísti­ca, muy cercana a la embajada de España en Kiev, ha mantenido activa la redacción 24/7 con baterías y la energía de sus propios trabajador­es. «No es muy buen edificio para estar bajo un bombardeo», bromea Protsiuk. Se trata de una buhardilla con tres estancias en las que los periodista­s tratan de aprovechar los rayos del sol para ahorrar luz.

Durante los primeros meses, todos sus informador­es, que venían de diferentes áreas del Kyiv Post, se centraron en la guerra y sus efectos. «No vemos un final cercano a esta invasión», reconoce Toma, «pero si llega, lo contaremos con la máxima independen­cia».

Estos días utilizan velas y baterías para seguir trabajando sin electricid­ad Reciben presiones cuando publican historias contrarias al ejército ucraniano

 ?? ALBERTO ROJAS ?? Sala de reuniones del ‘Kyiv Independen­t’, el diario en inglés fundado por despedidos del ‘Kyiv Post’.
ALBERTO ROJAS Sala de reuniones del ‘Kyiv Independen­t’, el diario en inglés fundado por despedidos del ‘Kyiv Post’.
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