Cada quien su marcha
Quienes salieron a las calles en defensa del INE y de la democracia no se tuvieron confianza, escuché decir. No creyeron que pudieran llenar el Zócalo y decidieron caminar del Ángel de la Independencia al Monumento ala Revolución.
Los videos mostraron la cantidad de gente (más allá de políticos) que acudió. Fue una gran expresión ciudadana.
En la movilización para festejar cuatro años de la autodenominada 4T, tampoco López Obrador se tuvo confianza y utilizó la fuerza de Morena-gobierno para promocionarse, publicitar el encuentro y acarrear manifestantes. La convocatoria fue amplísima. Seguramente, muchas de las personas que llegaron lo hicieron por el gusto de acompañar a AMLO. Otro buen número, por supuesto, hubiera preferido disfrutar el día de descanso viendo el Mundial o haciendo otras actividades, pero los presionaron en las administraciones locales, federal, sindicatos, etcétera.
Las peores prácticas se dieron desde el poder. Como el uso de militares disfrazados de civiles o el desvío de nuestros impuestos, aunque repitan desde el régimen en turno que no es cierto lo evidente.
Las imágenes de las llamadas corcholatas fueron testigo del momento político que mira hacia el 2024:
Claudia Sheinbaum, como pez en el agua en su hábitat capitalino. Tan feliz que evaluó el evento como algo digno de poner en los libros de historia.
Adán Augusto López, cerca de su paisano y amigo, abriendo y abriéndose paso a codazos.
Marcelo Ebrard, con una camiseta de distinto color a los antes mencionados,
Ya vendrán tiempos menos hostiles para la reflexión y evaluación
agredido con un escupitajo en el terruño de la jefa de Gobierno.
Mientras, Ricardo Monreal, del otro lado del Atlántico. Lejos, muy lejos de Andrés Manuel y cerca de la oposición. Flanqueado en la mesa de la interparlamentaria México-España por Santiago Creel, Miguel Ángel Mancera, Luis Cházaro y José Manuel del Río Virgen. ¿Será presagio electorero? Aún falta. Por lo pronto, lo mejor es que cada quien pudo tener su marcha, multitudinaria y con saldo blanco. A pesar de la polarización y las violencias que recorren toda la República, fuimos testigos de discursos, consignas, banderas y posturas que, en términos generales, se respetaron.
Eso sí es de festejarse.
Aquí entre nos
Ya vendrán tiempos menos hostiles para la reflexión y evaluación. Lo que sucedió este fin de semana con el sistema de medios es una historia que será contada en otra ocasión.