“Proyecto” en lugar de “cambios”
“Cambios” se exigen por todos lados ahora que se huele el fracaso de la Selección Mexicana de Futbol en la Copa del Mundo Qatar 2022… Pero ese sentido plural que se le da a esta palabra termina siempre con un concepto singular: el despido del director técnico o entrenador en turno.
Si como se prevee el equipo nacional termina siendo eliminado el próximo miércoles, cuando se enfrente a Arabia Saudita obligado a triunfar de forma holgada, lo que vendrá lo podemos trasladar desde ya a un guión.
Se condenará al Tata Martino, se le cuestionará todo, se le insultará hasta de forma soez. De inutil no va a pasar.
Algunos críticos extenderán su malestar hacia el presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Yon de Luisa, exigiendo su renuncia o despido.
Y, los más profundos y serios analistas, cuestionarán o debatirán sobre el desempeño de los futbolistas veteranos que estuvieron convocados a este último Mundial. Pero pocos, por no decir nadie, pedirá o exigirá o propondrá un proyecto de trabajo al menos de cara a la siguiente edición de la Copa del Mundo, la que se celebrará en el 2026 en Estados Unidos, Canadá y México.
Toda la crítica empieza y termina con “cambios”, “cambios” y más “cambios”. Sin ruta ni eje alguno. No pasará nada entonces. Vendrá un nuevo entrenador y todo seguirá igual. Vendrá un proceso de trabajo marcado por los compromisos financieros que relegan el crecimiento futbolístico y competitivo. La Liga Mx seguirá dándole prioridad a elementos foráneos no convocables para una selección nacional.
La clasificación a esa “nuestra tercera Copa del Mundo” está asegurada por esa condición de co anfitriones, así que no habrá sufrimiento.
¿Quién o quiénes romperán la mediocrididad que se ha apoderado de quienes administran y dirigen a la Selección Mexicana de Futbol? Se trata solo de ir a los Mundiales, no de ganar nada. Eso está muy mal.
Nadie propondrá un proyecto de trabajo al menos de cara a la siguiente edición de la Copa del Mundo