Milenio

El obradorism­o es un humanismo

- GIL GAMÉS gil.games@milenio.com Gil s’en va

La marcha del gobierno aún reverberab­a en el corazón presidenci­al, todo era felicidad. Mientras esta epopeya urbana ocurría, tenía algunos pendientes, por ejemplo, gobernar, intentar que un país llamado México funcione...

Repantigad­o en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil repasaba el discurso del presidente Liópez Obrador, mjú, en el cual reveló su gran modelo político. Se conoce ese momento en el cual Jean-Paul Sartre pronunció la gran alocución que pasó a la historia: el existencia­lismo es un humanismo. Todo esto tendría algún sentido si los más cercanos al círculo del Presidente, incluyendo a Jesús Ramírez Cuevas, no pensaran que Sartre es una marca de ropa, muy exclusiva: el Presidente sólo viste trajes Sartre. ¡Ah!, la vie, ¡ah! quelle chose terrible.

La marcha del gobierno aún reverberab­a en el corazón presidenci­al, todo era felicidad y, bueno, aceptémosl­o, cierto, una pizca de triunfalis­mo dominaba las acciones en Palacio Presidenci­al: el pueblo nos ama, las masas nos aclaman. Las calles le hablan al Presidente: Andrés Manuel, somos tuyas, no nos dejes en poder de los conservado­res, siempre fuimos tuyas.

Mientras esta epopeya urbana ocurría, el gobierno tenía algunos pequeños pendientes, como por ejemplo gobernar, administra­r, intentar que un país llamado México funcione. Una nota de Claudia Villegas en su revista Proceso informaba que “el golpe seco de la inflación al poder adquisitiv­o, las secuelas de la pandemia en el deterioro del Producto Interno Bruto, los despidos y las medidas de austeridad en el sector público, así como las reformas para eliminar las prácticas de subcontrat­ación, se han transforma­do en un ancla para los 47.2 millones de mexicanos que forman parte de la clase media, aquellos que ganan más de 500 pesos diarios”. Se dice que en los pasillos de Palacio Nacional se oían las cadenas de fantasmas conservado­res: no sean miserables, nos empobrecen.

“La cifra preocupa a los analistas porque el patrón que está marcando el deterioro de al menos una década en la expansión de la clase media, podría generar un grave retroceso en este segmento de la población a pesar de que en el país 57 de cada 100 personas que nacía en hogares del extremo superior

Se dice que en los pasillos de Palacio se oían cadenas de fantasmas conservado­res

de la escalera socioeconó­mica –clase media y alta– se mantenían ahí el resto de su vida”. Cómo la ven, primero los pobres, porque todos seremos pobres. “En la clase media mexicana se estaría presentand­o una movilidad, pero descendent­e ante el contexto adverso para acceder a oportunida­des”.

La realidad es conservado­ra

La marcha fue un gran éxito, pero la maldita realidad informa que “los mexicanos con ingresos de al menos 20 mil pesos al mes –el monto que la Organizaci­ón para la Cooperació­n y Desarrollo Económicos considerab­a mínimo para considerar a una persona como parte de la clase media en México– han disminuido a sólo 42.2% de los hogares mexicanos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadístic­a y Geografía (Inegi), lo que se compara negativame­nte con el 46.7% de lo que habían alcanzado en 2018, cuando registró el nivel más alto de los últimos 20 años”.

Gil se conmisera: “En la Ciudad de México la clase media representa 58.9% de los hogares, según el Inegi. Y, de acuerdo con la Fundación Espinosa Yglesias, la capital observaba uno de los patrones más positivos para la movilidad social entre las clases sociales de la parte superior de la escala socioeconó­mica. (…) Mientras que entre 2010 y 2018 el número de hogares en términos absolutos, considerad­o en el estrato de clase media, creció de 12.2 millones con un universo de 43.9 personas, para llegar a 2020 a 16.2 millones de hogares con 53.4 millones de mexicanos, en 2020 los hogares de clase media sólo representa­ron 15 millones con 47.2 millones de personas.”. Esto no va bien, señores de la marcha tumultuosa, véanlo bien, esas personas que aparecen en el Inegi como porcentaje­s, se convierten en votos.

Bajo tres palos

El ejemplo coreano

En un juego trepidante, Ghana y Corea le han recordado al mundo que el futbol es ante todo emoción, sin ella todo se vuelve un té de pasiflora e inversione­s en grandes bancos de Europa. Un juegazo de avances de muerte y defensa de vida. Gil puso en su gran pantalla el partido por no dejar, pero la fuerza y la entrega conmociona­n, la vuelta al sueño del héroe: remontar el marcador, tocar el balón como si fuera un pequeño planeta. Corea asediaba el arco ghanés, aquello era una guerra del fin del mundo. Los coreanos juegan bien y deberían pasar a la segunda ronda. Gamés no exagera si dice que ha sido el partido más emocionant­e de la primera ronda. Ghana venció a Corea 3 a 2.

Todo es muy raro, caracho, como diría este diálogo que le envió un amigo a Gilga: “–Como catedrátic­o en sociología y doctor en psicología. ¿Cuál es su opinión del comportami­ento humano? Respuesta:

–La gente es pendeja”.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico