El estilo, el jugador y el entrenador
Preguntado por la selección española, Gerardo Martino respondió con voz contundente y un aire de resignación: “Es el gran candidato, un candidatazo…”, subrayó; y agregó una opinión: “Es la única que propone un futbol totalmente distinto al que se ve en la Copa del Mundo”; después fue un poco más allá y explicó: “Jugar como lo hace España requiere sostener la excelencia en partidos de mano a mano”; y finalmente remató: “Ganar jugando de una forma tan estética, es mucho más difícil que ganar de casualidad”.
Martino, que conoce al dedillo el estilo más puro y ganador del futbol español porque heredó el Barça de Guardiola sustituyendo a Tito Vilanova, sabe mejor que nadie que para jugar así, hacen falta jugadores así: Messi, Xavi, Iniesta, Busquets, Piqué, Alba, Pedri, Gavi, Ferran Torres y compañía.
Lo que también sabe Martino, pero jamás lo dirá, es que para jugar así también hacen falta entrenadores así: Guardiola, Aragonés, Del Bosque o Luis Enrique.
Extraordinaria persona, profundo conocedor del juego y hombre de futbol, la trayectoria de Martino nos confirma que primero se define un estilo y después a los jugadores capaces de interpretarlo; de la misma forma comprueba que no se puede dirigir un grupo de jugadores con un estilo definido, si el técnico tiene otra forma de interpretar el juego en su cabeza. La pregunta no es si Gerardo Martino era el entrenador ideal para el Barça, sino, si aquellos jugadores eran ideales para el estilo de entrenador que llegó. La Selección no eligió un estilo, sino un entrenador.
En los próximos años, el futbol mexicano deberá definir con exactitud cuál es el estilo del jugador que nace, crece y se reproduce en nuestra talentosa tierra, solo entonces, podrá elegir al entrenador ideal para dirigirlos como selección.
Mientras eso sucede, seguiremos viendo los mismos jugadores y entrenadores de siempre: algún día sabremos a qué queremos jugar.