Avelina Lésper: fulgor crítico
El solo título del libro causa curiosidad y, por supuesto, polémica. Un concepto que se ha acartonado tanto como el arte (lo que es paradójico) es cuestionado constantemente por Avelina Lésper, quien la noche del jueves presentó El fraude del arte contemporáneo en una sala del Área Internacional de la FIL de Guadalajara del todo insuficiente para la enorme cantidad de gente que esperaba desde horas antes la llegada de la directora de la Colección Milenio Arte.
La crítica, curadora y columnista de MILENIO agradeció la presencia y paciencia de sus admiradores; “muy apenada” con quienes no pudieron ingresar a la sala, anunció una nueva presentación la noche del día siguiente en la Galería Manifiesto, con entrada libre.
En su exposición explicó: “Todos estamos involucrados en el arte, como espectadores o como creadores, porque el arte es para la sociedad. El arte no es un ejercicio elitista ni onanista, el arte es para todos”, reiterando posteriormente su absoluto rechazo al que ha denominado “arte VIP” (video, instalación y performance). Asimismo, se dijo satisfecha por presentar este libro que tuvo una versión anterior “muy pequeña”, en Colombia (publicada por El Malpensante y ya agotada), en el que profundiza y genera más ideas alrededor del arte contemporáneo.
Señaló que su libro no pudo ser publicado antes “porque hacer un libro conmigo también es crearte varios enemigos. Afortunadamente, con mucha generosidad, en Madre Editorial, a la que le doy las gracias públicamente, me abrieron las puertas”.
Ante un público que seguía atento sus explicaciones, Avelina Lésper comentó: “¿Qué van a encontrar en este libro? Van a encontrar mi compromiso con el talento, mi compromiso con la verdad, mi compromiso con decir lo que pienso y lo que estoy viendo, mi compromiso con muchísimos artistas a los que he podido entrevistar, ir a sus casas, a sus talleres. He hecho más de 300 entrevistas con artistas y he visto cómo crean compasión, cómo muchos de ellos crean con limitaciones, cómo no dejan de trabajar. Este libro contiene ese compromiso de seguir creyendo en ellos y de seguir creyendo en el verdadero arte”.
En la presentación, sujeta a la dictadura del tiempo (50 minutos para un tema que resulta inagotable y apasionante), Lésper dio prioridad a las preguntas del público, en su mayoría jóvenes, quienes tomaron la palabra. Uno de ellos hasta le dijo que no pudo pasar por una farmacia para comprar un muñeco del doctor Simi y lanzárselo, pues le dijo que era una rockstar.
De las 36 ediciones que lleva la Feria Internacional del libro de Guadalajara, José Trinidad Camacho Trino solo ha faltado a una, la del 2000, por eso ya se considera “parte del mobiliario” de la “mejor fiesta literaria latinoamericana”, que este sábado le rinde el Homenaje de Caricatura La Catrina.
“No hay que politizar la FIL, este evento es únicamente de la gente de la Universidad de Guadalajara, que lo ha hecho muy bien, y de la ciudad”, dice el artista en entrevista con MILENIO.
Sobre el honor que significa recibir este galardón, que se instauró en 2002 para reconocer el trabajo de grandes exponentes de la caricatura y la historieta, Trino dice que “esas cosas dan miedo porque dices: ‘O es que ya estás viejito o va a pasar algo’, porque el Atlas ya fue bicampeón y ahora yo también tengo dos premios (en julio recibió el Inkpot en la Comic-Con)”.
“Me agarran mucho de sorpresa, pero a la vez me pongo a pensar que el año que entra voy a cumplir 40 años que empecé a publicar en el unomásuno, de alguna manera ya llegó el momento de la cosecha, todo lo que sembré ya está ahí y me da orgullo que eso pase”, agrega el primer jalisciense en alzarse con la escultura de bronce que reproduce un dibujo de Sergio Aragonés.
Un oasis dentro de un periódico, eso significan los cartones para él, pues “ayudan muchísimo a que la gente libere esa tensión, porque en medio de las crisis tanto de salud, económicas o de seguridad, ayuda mucho tener esto”.
Asimismo, Trino destaca la importancia de mantenerse curioso para no quedarse “anquilosado”.
“Todo ha cambiado y de repente ya publicamos en diferentes medios y no solo hacemos monos, también podcast, programas de tele, animaciones. Hay que intuir en lo que están los nuevos caricaturistas para poder transmitir lo mismo y, porque esto no está dado así de fácil, siempre estamos dispuestos Jis y yo a dar los consejos necesarios a las nuevas generaciones”.
Para el artista, el objetivo principal del humor es “romper paradigmas”, aunque “hay gente que utiliza el humor para ofender. Yo digo que la mecánica en el humor es primero burlarte de ti mismo y de las situaciones, los políticos en eso ayudan mucho. Y hay que tener una sensibilidad para hablar de las minorías, de ciertos temas, sobre todo ahora con tantos feminicidios y cuestiones tan fuertes; hay que llevar las cosas con claridad, pero sin pasarnos de la raya”.
De las redes sociales, el también conductor del programa La chora interminable comenta que solo ve un aspecto negativo: su carencia de filtros. “Las redes sociales magnifican, todo llega a mucha más gente. En un periódico te puedes perder entre muchas hojas, pero el tuit está presente y los que te siguen, lo replican y se vuelve algo tremendamente instantáneo”, explica.
Y de todos los personajes con los que ha gastado tinta, el que más le gusta dibujar es el Rey Chiquito, “porque engloba muchas cosas sociales”.
La imagen de Trino con el premio La Catrina de inmediato invoca la palabra “exitoso”, pero el monero asegura que “el fracaso ayuda más que el éxito; lo que va a llegar primero son muchos fracasos, y eso te va a ayudar a que, cuando llegue el éxito, te des cuenta de qué aprendiste”.
“Yo digo que la mecánica en el humor es primero burlarte de ti mismo”