Caballos negros en la Copa del Mundo
Australia, Japón, Corea del Sur y Marruecos le ganaron a selecciones favoritas y jugarán los octavos de final
Qatar ha vivido muchas sorpresas en su Copa. Antes de que comenzara el Mundial, nadie apostaba porque Australia, Japón, Corea del Sur y Marruecos superarían la fase de grupos, sobre todo porque les esperaba una dura competencia con las selecciones con las que comenzaron la primera fase.
Pero el futbol nos enseña que nada está escrito y que, después de años de ensayo y error, estos combinados han aprendido y quieren hacer historia y superar los límites establecidos en otras participaciones mundialistas.
Milagros desde el repechaje
Australia (38º del ranking FIFA) no ha dejado de soñar. Ha sido su sello desde la repesca, que ganó en los penales contra Perú, un partido recordado por el peculiar baile de Andrew Redmayne y su atajada decisiva sobre Alex Valera.
Ya en la justa, le jugaron con agresividad a Francia y tomaron ventaja a los nueve minutos por un gol de Craig Goodwin, pero
Les Bleus remontaron para llevarse el marcador por 4-1.
Pero no han vuelto a perder: derrotaron a Túnez con un tanto de Mitchell Duke y poco les importó no ser favoritos ante Dinamarca, porque el gol de Mathew Leckie rompió los pronósticos y le dio el segundo boleto a Australia, que se cambió a la Confederación Asiática de Futbol (AFC) en 2006, con el fin de mejorar su nivel; 16 años después, la apuesta salió bien y la selección no se doblega con facilidad.
Rompen jerarquías
Japón (24º) se ganó el respeto de todos al dar dos de las campanadas más importantes de este Mundial, con golpes sobre dos selecciones que han sido campeonas del mundo. En el primer partido, Alemania revivió los fantasmas de Rusia 2018 al perder por 2-1 ante los nipones, que se recuperaron de un gol de Ilkay Gündongan (33’) y remontaron con tantos de Ritsu Doan y Takuma Asano (83').
La derrota ante Costa Rica (0-1) caló hondo e incluso provocó que este equipo perdiera reflectores, al abrirle la puerta al cuadro alemán para buscar la clasificación. Aunque España los puso al borde de la eliminación con un gol de Álvaro Morata, Doan reapareció para el empate (48’), pero fue Ao Tanaka quien colocó el tanto definitivo quelosmandóaoctavosencalidad de líderes de grupo.
Ante Alemania, el ingreso de Takumi Minamino ayudó a Japón para revitalizar el ataque y conseguir los goles. Puede ser un interesante revulsivo ante Croacia.
Son tuvo su revancha
En Rusia, Heung-Min Son lloró por la eliminación de Corea del Sur (28º). Cuatro años después, tuvo lágrimas de felicidad al avanzar octavos de final.
Tras un empate sin goles contra Uruguay y un revés por 2-3 ante Ghana, los Tigres de Asia afrontaron la última jornada con esperanza de ganarle a Portugal y un resultado benéfico entre los africanos y los sudamericanos.
Por casi ochenta minutos estuvieron eliminados, hasta que Son condujo un contragolpe y filtró el balón a Hwang Hee-Chan, quien anotó en el agregado y calificó sobre la hora a su país con un 2-1.
De víctima, a líder de grupo
Antes de iniciar el Mundial, muchos daban por hecho que Bélgica y Croacia serían los que avanzarían a octavos de final en el Grupo F, pero Marruecos (22º), con figuras como Achraf Hakimi, tenía otros planes.
Si su empate sin goles ante los croatas no era suficiente advertencia para el resto de las selecciones, el triunfo sobre los belgas (segundos en el ranking FIFA) fue lo que en verdad les dio los reflectores, siendo Abdelhamid Sabiri y Zakaria Aboukhlal los autores de los históricos goles.
Hakim Ziyech y Youssef EnNesyri anotaron en el triunfo sobre Canadá (2-1) y le dieron a Marruecos su primer viaje a los octavos de final desde México 1986, también como líderes de grupo.
Ninguna de las cuatro selecciones la tendrá fácil en los octavos de final, pero en esta Copa han demostrado que los pronósticos no son una verdad absolulta.