Lleve sus bonos de carbono
Este año será el más caliente de la historia; el clima ha sido extremo y devastador con incendios, inundaciones y huracanes. El Servicio de Cambio Climático Copérnicus indicó que las temperaturas globales han superado brevemente y por primera vez los promedios preindustriales en dos grados centígrados.
En estos días, los líderes en la COP28 escucharon a Antonio Guterres, secretario general de la ONU, decir que para mantener un clima “soportable” hay que reducir la producción de carbón, petróleo y gas y triplicar la generación de energía renovable para 2030.
Alcanzar el cero neto en 2050 implica 275 mil millones de dólares en gasto para activos de bajas emisiones durante los siguientes 30 años, según McKinsey, equivalente a 7.5 por ciento del PIB del mundo cada año.
Una de las opciones, bajo escrutinio, para atender las emisiones son los mercados voluntarios o regulados de carbono. A estos se les ha fruncido el ceño por “falta de profesionalización y estandarización de procesos para crear confiabilidad”, me dijo Patrick Atanasije Pineda, cofundador y CEO de The Next 150, desarrollador y operador de proyectos de enfoque climático. Además parece fácil comprar un bono y seguir emitiendo, pero es hasta dos veces más factible que las empresas reduzcan sus emisiones año con año cuando adquieren bonos de carbono.
“Los necesitamos porque es la única forma de escalar las acciones y lograr los acuerdos de París 2050 de remoción de CO2, además, los mercados regulados no alcanzan para lograrlo”, añadió Patrick. El IPCC ha llamado “inevitables” a estos mercados, que en el mundo ya tienen alrededor de 856 mil mdd en transacciones cuando son regulados, y 2 mil mdd cuando son voluntarios.
En México el mercado es voluntario y opera vía una plataforma de Grupo Bolsa Mexicana de Valores. Nuestro país “es punta de lanza en cuanto a mercados de carbono en América Latina”, me dijo Patrick, “como todo en economía global, la región está rezagada unos años, es decir, está en etapa de formación”. No obstante, la demanda es “verdaderamente” interesante, me contó Patrick, de ahí que hayan invertido en General Biochar Systems, una empresa de biocarbón que genera créditos de remoción de CO2 de alta calidad en una planta en Guanajuato. El biochar, un carbón vegetal que permite mejorar la salud del suelo, aumentar el rendimiento de los cultivos y reducir los gases de efecto invernadero proviene de residuos de maíz, trigo y sorgo y es solo una de las latentes historias de negocios. La descarbonización “presenta a muchas empresas la oportunidad más importante en una generación: un potencial de entre 9 y 12 mil mdd en ventas anuales”, señala McKinsey.
Las opciones pueden ser geniales, los esfuerzos gigantes, pero no llegaremos a ninguna meta si el mercado no es masivo y no participamos todos en él.