EL ESPÍRITU VIVO DE LA CONCORDIA Y EL CONSENSO DEL 78
Miquel Roca, uno de los siete ponentes de la Constitución, acudió ayer a la celebración del 45 aniversario de la Carta Magna y fue citado por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, como ejemplo vivo del espíritu de concordia del 78. «En guna comunidad ha devuelto al Estado competencias y que, además, «tiene recorrido» tal y como se ha puesto de manifiesto en los últimos años y en las demandas de nuevas transferencias por parte de algunas autonomías, como por ejemplo, las referidas a la Justicia.
«Hablamos de acercar esas competencias, de reforzar el Estado autonómico; acercar a los ciudadanos la toma de decisiones quiere decir que el Gobierno autonómico esté más cerca de ellos», matizaron.
Las aclaraciones no sirvieron sin embargo para apaciguar el malestar del Partido Popular. Los populares consideraron que el discurso de la presidenta se había redactado «en Ferraz» y le reprocharon estar convirtiendo el Congreso «en una sucursal del PSOE».
Desde las filas del PP se acusó a Armengol de ponerse «a la cabeza de las reivindicaciones de quienes han planteado una enmienda a la totalidad a la Constitución, en forma de amnistía que va camino de convertirse en la primera ley del Gobierno en la Legislatura».
La presidenta del Congreso pidió en su intervención «asumir el privilegio de las diferencias, abrazando lo heterogéneo» y apostó por «convertir el país en otro más moderno, más libre, más próspero y más justo». «Tenemos», dijo, «que llegar a acuerdos en beneficio del bien común y contribuir a diseñar el país de las próximas generaciones».
En su opinión, ser constitucionalista «no consiste en levantar la Carta Magna como si de un tótem se tratara, sino en asumir que podemos llegar a acuerdos para cumplirla y desarrollarla».
Armengol, pese a estos elogios a la ley fundamental, afirmó: «En el espejo de la Constitución no nos vemos reflejados del todo». Y a continuación abogó por «desplegar y actualizar los mandatos» de la Carta Magna y hacerlo «desde el pluralismo y el respeto a la legitimidad del otro». La presidenta de la Cámara se hizo eco además del discurso del Gobierno cuando urgió a «cumplir todos los preceptos» de la ley de leyes, como reiteradamente afirma Sánchez para aludir al bloqueo en la renovación del CGPJ y culpar al PP de violentar la Carta Magna. Y, además señaló como puntos que han de desarrollarse los referidos a «igualdad, vivienda, servicios públicos y medio ambiente». Por estos aspectos, dijo, «existen grietas por donde se nos escapa la desigualdad y se acentúa la vulnerabilidad». Para el PP, el discurso de Armengol no fue sino un repaso de las prioridades que se incluyen en el argumentario del Gobierno.