El PSOE defiende la amnistía y Feijóo acusa: «Es corrupción»
Patxi López y sus aliados exculpan a los líderes del ‘procés’ y cargan la responsabilidad del 1-O sobre el PP
La proposición de Ley de Amnistía que el Gobierno ha impulsado a través de su grupo parlamentario a cambio de conseguir los votos que necesitaba Pedro Sánchez para ser investido superó anoche el primer test del Congreso y emprende ya su tramitación en las Cámaras por la vía de urgencia. El PSOE y Sumar junto a sus aliados sacaron adelante la toma en consideración de la iniciativa con 178 votos a favor y 172 en contra. Una votación tras la que el PSOE no aplaudió.
El debate parlamentario suscitaba expectación porque a pesar de que sobre la propuesta socialista que borrará todos los delitos cometidos en el llamado procés se han escrito ya ríos de tinta, se aguardaba con máximo interés la explicación del PSOE sobre su abrupto cambio de opinión, ese que le ha llevado a virar 180 grados pasando de afirmar con contundencia que una amnistía no cabe en la Constitución a defender ahora, no sólo su plena legalidad, sino también su imperiosa necesidad para recuperar una «concordia», una «convivencia», una «desinflamación del conflicto» en Cataluña que, de hecho, aseguraban haber logrado ya.
El interés sin embargo quedó defraudado, el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, lejos de profundizar en esa «pedagogía» que quiere desplegar Sánchez, se limitó a arremeter contra el PP, el partido con el que hasta hace menos de cinco meses coincidían al descartar la constitucionalidad de la amnistía.
López enmendó totalmente la posición mantenida hasta el 23-J por su partido, Pedro Sánchez y sus ministros incluidos, y optó por acusar a los populares de querer atemorizar a los ciudadanos. «Su forma de hacer política es el miedo y la inacción. Primero alarman y cuando gobiernan no hacen absolutamente nada», a diferencia de los socialistas que «no rompen España» sino que hacen «política para unirla».
El portavoz del PSOE aseguró que ahora todos los diputados de su grupo están «convencidos» de que la amnistía es «buena para la democracia» y no dudó en descargar la responsabilidad y las culpas de la crispación y la ruptura que se produjo a cuenta de la intentona secesionista de 2017 en el Gobierno del PP.
«Esa fue la herencia que nos dejaron», afirmó obviando que el PSOE respaldó la aplicación del artículo 155 para intervenir la autonomía catalana y que su líder, Pedro Sánchez, afirmó sin género de dudas que los delitos cometidos por los líderes independentistas sólo podían encuadrarse en la figura de la «rebelión».
Ahora, cuando los socialistas necesitan del apoyo imprescindible de aquellos líderes rebeldes, lo que se pretende con la Ley de Amnistía, en palabras de su portavoz, es «sembrar esperanza» con una medida que, aseguró, «es excepcional pero no inconstitucional y es compatible con el Derecho comunitario». Una figura, aseguró refiriéndose a la amnistía, que es «mucho más democrática que la de los indultos porque se debate y decide en el Parlamento».
Según López, lo que se pretende con ella es «devolver a la política lo que nunca debió salir de ella y dar un paso para la concordia de Cataluña con el resto de España». En su opinión, la amnistía «no es pedir perdón ni olvidar, sino sacar conclusiones para resolver problemas».
La respuesta del líder popular, Alberto Núñez Feijóo, tampoco sorprendió. Recordó una vez más que el PSOE defiende ahora lo que hasta las pasadas elecciones negaba tajantemente y avisó de que la amnistía es sólo «el primer pago de una investidura que el PSOE ha comprado». «Hoy», afirmó, «empezamos, pero habrá muchas más cesiones, todas las necesarias para prorrogar la presidencia de Sánchez». E insistió: «Esto no es por el interés de los españoles sino por el de Pedro Sánchez. Ustedes anteponen el poder al pudor».
Feijóo anunció la creación en el Senado, donde los populares cuentan con la mayoría absoluta, de una comisión de investigación en la que pretenden indagar y desmenuzar hasta la última coma de lo que se acuerde en la mesa de negociación
extraparlamentaria establecida en Suiza, y con un mediador internacional, entre el PSOE y Junts.
«Los españoles», advirtió, «sabrán exactamente todo, desde quiénes son los negociadores, hasta cuanto han cobrado. Y no la cerraremos hasta saberlo todo».
Para Feijóo, la amnistía y las negociaciones secretas con Puigdemont suponen una «regresión democrática; una humillación al pueblo español; un fraude, y van en contra de la igualdad, la convivencia y la separación de poderes». En definitiva, acusó: «Es corrupción».
El líder de la oposición abundó en las críticas contra la proposición socialista que, afirmó, «abre la puerta a que el poder Ejecutivo pueda borrar arbitrariamente cualquier delito si se alegan razones políticas para cometerlo». Por eso, añadió: «Si permitimos que este Gobierno dicte que los culpables son inocentes ¿qué le impedirá mañana decidir que los inocentes son culpables?».
Para los populares, todo esto «más que un asunto de orden legal es una cuestión de orden moral». Su líder mantuvo ayer que la amnistía «no es ni legal ni justa» y reprochó a la bancada socialista que no le quede «atisbos de vergüenza».
Las formaciones independentistas catalanas, las que se verán beneficiadas por la concesión de la amnistía, ERC y Junts, partieron de la tesis de que nada de lo sucedido durante el procés fue delito. Para ellos, las víctimas han sido los secesionistas y el culpable, el Estado que los sometió a «represión».
El portavoz de Junts, el partido que negocia con el PSOE en Suiza y cuyos siete votos fueron decisivos para la investidura de Sánchez, aseguró que el verdadero «golpe de Estado» fue el que perpetró el Tribunal Constitucional con la sentencia que declaró contrarios a la Carta Magna 14 artículos del Estatut.
También hizo hincapié en el papel protagonista que ha tenido en la redacción de la Ley de Amnistía el abogado de Puigdemont, Gonzalo Boye, condenado en 1996 por la Audiencia Nacional a 14 años de prisión por colaborar con ETA en el secuestro de Emiliano Revilla, de los cuales cumplió seis, y actualmente acusado de blanqueo de capitales para el narcotraficante Sito Miñanco.
El representante de Junts, además, avisó: «Esto va de reparar una injusticia, pero no implicará que renunciemos a la independencia de Cataluña» y, después, se regodeó ante el PSOE afirmando que «a partir de ahora, se negociará de igual a igual entre dos naciones».