El PP llamará al mediador a su comisión del Senado
También a Bolaños y Cerdán (que irán) y a Puigdemont y Boye
El PP va a crear en el Senado una comisión de investigación sobre la negociación del PSOE y Junts en Ginebra (Suiza). Los populares quieren dilucidar quién pagará al «verificador» de las conversaciones entre ambas formaciones, cuánto va a cobrar, por qué hace falta esa figura del «mediador» (así lo ha llamado ya Pedro Sánchez), de qué se hablará en el extranjero y quiénes lo acompañarán en esa labor como una suerte de equipo de relatores internacionales.
La creación de esa comisión saldrá adelante con la mayoría absoluta de los populares en la Cámara Alta, y será uno de los principales arietes de oposición del PP a la amnistía y a las incipientes negociaciones suizas. Además, el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso intentará sondear apoyos para activar otra comisión en esa Cámara, como aseguran fuentes del PP.
Según ha confirmado EL MUNDO, el PP va a llamar a la comisión del Senado al diplomático de El Salvador Francisco Galindo, el «mediador» que verificará las negociaciones de Santos Cerdán (número tres del PSOE) y su equipo con Carles Puigdemont y sus correligionarios de Junts, como la portavoz parlamentaria nacional, Miriam Nogueras.
Francisco Galindo no actuará en solitario en su labor de enlace, sino que «coordinará el mecanismo internacional» que supervisará los contactos. El PP reclamará esa información, y la comparecencia de todos los participantes.
Además, pedirá que acudan a dar explicaciones el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y el secretario de Organización del PSOE. Ambos han liderado el deshielo con Junts. Fuentes socialistas apuntan que los dos acudirán a la comisión «sin problemas», y que allí explicarán todas sus negociaciones con «transparencia».
Precisamente eso es lo que les achacan los populares, la opacidad: «Queremos darles a los españoles toda la transparencia que el Partido Socialista les niega», resume una de las principales dirigentes de Génova en conversación con este periódico. «Los llamaremos a todos, también queremos que venga Galindo», añade. «Sánchez traerá aquí a Puigdemont, nosotros traeremos al mediador», zanjan otras fuentes del equipo inmediato de Núñez Feijóo.
La presencia de un mediador internacional era una exigencia de Puigdemont, en su propósito de externalizar la causa independentista. Los socialistas se negaban, pese
«Sánchez traerá a Puigdemont aquí y nosotros, a Francisco Galindo»
a que en 2019 ya aceptaron una figura similar. Durante la negociación, primero aceptaron que ese papel lo jugase un español, llegando a proponer una terna de nombres españoles entre los que estaba Miquel Roca. Pero la línea roja de Puigdemont venció y el PSOE aceptó al salvadoreño Galindo.
El PP no se quedará ahí. También se plantea reclamar la comparecencia del propio Puigdemont, a sabiendas de que «no va a acudir», y de su abogado Gonzalo Boye, que ha jugado un papel fundamental en las negociaciones para acordar la Ley de Amnistía a cambio de los votos de Junts a la investidura de Sánchez.
Durante el debate parlamentario de la toma en consideración del proyecto de Ley de Amnistía, ayer, Feijóo ya apuntó a la creación de una comisión de investigación si el PSOE continúa sin dar información sobre sus «negociaciones en el extranjero» y sobre por qué es necesario que al Ejecutivo le tengan que sellar «la cartilla» en Suiza para mantenerse un mes más en La Moncloa.
Y esa comisión, dijo Feijóo, «no la cerraremos hasta saberlo exactamente todo, todo lo que están negociando, quiénes son los mediadores, cuánto cobra cada mediador, cuál es el contenido y alcance de la negociación y qué están negociando en nombre de los españoles».
El líder de la oposición criticó luego que ni Sánchez ni Cerdán –el «negociador del PSOE»– acudiesen al «día más triste» que se ha vivido en el Congreso desde el 23-F. «Estará preparando la próxima cumbre de Zurich o de Ginebra; o vete tú a saber, pues confesó ya que desde el mes de marzo estaban tratando el acuerdo en clandestinidad».
«Que nadie espere de nosotros que agachemos la cabeza cuando nos estamos jugando la democracia de nuestro país», les dijo Feijóo a sus parlamentarios por la mañana, antes del Pleno del Congreso. «Esto no es un asunto de orden legal, es un asunto de orden moral», zanjó finalmente el líder de la oposición a Sánchez.