“Espero dibujar hasta que el cuerpo y el humor aguanten”
Felipe Galindo Gómez recibió el Premio a la Trayectoria de Caricatura Gabriel Vargas
Como si hubiese recibido un Oscar de la Academia, el caricaturista Felipe Galindo Gómez, mejor conocido como Feggo, comparó ese reconocimiento con el Premio a la Trayectoria de Caricatura Gabriel Vargas, que le fue entregado gracias a su labor como dibujante de humor tanto en México como en el extranjero.
Durante la ceremonia de la octava edición, que tuvo lugar en el Museo del Estanquillo Carlos Monsiváis, el caricaturista e ilustrador agradeció la distinción.
“Siempre me pregunté qué se sentiría ganarse un Oscar, pero nunca me dediqué a la actuación. Gabriel Vargas es para mí su equivalente, y muy bienvenido sobre todo por llevar el nombre de un prolífico historietista inmensamente popular y con divertido humor urbano, lleno de personajes simpáticamente extravagantes y que son a la vez muy reales”.
Feggo estaba tan conmovido que se le quebró la voz, pero los cálidos aplausos de los asistentes le dieron ánimo para seguir: “Muchas gracias por su presencia en este guadalupano día que, por cierto, es mi aniversario de bodas. Mi esposa no pudo venir porque tenía compromisos desde hace tiempo y tenía que viajar, pero le dije que estaría aquí conmigo”.
La mejor medicina
Feggo tiene cinco décadas creando arte humorístico, tirando línea, haciendo humor político, humor de contenido social muy reflexivo, didáctico, escrito dibujado y plasmado en diversidad de medios como dibujos e ilustraciones animadas y arte público.
“Se dice que el humor es la mejor medicina, y si no funciona la medicina pues al menos hay que morir con la sonrisa en la boca. No es que me quiera morir todavía, ni dios ni la santa muerte lo quieran, espero poder seguir dibujando hasta que el cuerpo y el humor aguanten”, dijo.
El monero, quien colabora en la revista El chamuco, hizo mención especial del maestro Eduardo del Río Rius, quien lo inspiró para dedicarse al oficio de la caricatura.
“Cuando estudiaba artes visuales, no encontré humor en hacer arte geométrico, aunque he de confesar que la educación artística que recibí de la UNAM me formó estupendamente. Pero de Rius aprendí que para estar en este oficio del cartón hay que tener pasión, información, conocimiento, dedicación, tenacidad y humor, mucho humor”.
En febrero de 1983, viajó a Nueva York a buscar nuevos espacios para sus dibujos y desde entonces reside allá, donde ha publicado en The New Yorker, The New York Times y The Wall Street Journal.
Feggo se asume como una especie de mensajero entre dos mundos.“Le llamo Man ha titlány desde ahí colaboro en revistas como Nickelodeon, lo que se ponga enfrente. Trato de instalar ahí mi humor, que me han abierto las puertas en publicaciones en otros países.
“Este premio me regala mucha alegría e inspiración para continuar trotando el mundo con mis plumas, cuadernos y humor en la mano. Gracias México por este premio, me hace sentir si no como profeta en mi tierra, al menos como un profiterol y tal vez más adelante me gane un Oscar, aunque sea de Óscar Chávez”.
Feliz, el caricaturista nacido en Cuernavaca en 1957 recibió el premio de manos de Jorge Muciño, director general de Vinculación Institucional de la Secretaría
_ de Cultura.
Lo acompañaron los miembros del jurado, los dibujantes Rafael Barajas, El fisgón; Bernardo Fernández, BEF; José Hernández y Rafael Pineda.