Ciencia política
Durante un proceso electoral decente se esperan miradas diferentes, mezcladas con dosis de mentiras; las aceptables para convencer ajenos y reforzar pertenencias. El equilibrio se rompe cuando, en lugar de visiones, se cambia la naturaleza de un hecho. La falta de acceso a la salud se toma como su amplitud o la violencia se ofrece como tranquilidad.
La oposición política y el oficialismo coinciden en su rechazo a asumir la condición del país. El vitoreo de fracasos es engaño en competencia con el extravío de oferta más allá de la banalización de la realidad.
En México se han constituido tres entidades de gobernanza: el poder público formal, los militares y el crimen organizado.
Gobernar democráticamente es ordenar la realidad, modificarla, tener la última voz en sus asuntos y rendir cuentas sobre ellos. Todo indisociable y en simultáneo. Dos de esos gobiernos acomodan sus relatos para el autoconvencimiento que se responde a sí mismo. La seguridad del país es depredada en la sinrazón de ambos hacia el tercero.
El dominio territorial de la violencia es tangencial a cualquier opción política. La administración castrense de la cotidianeidad no provoca extrañeza y por su nivel de fuerza, ninguna palabra contra el desmantelamiento de la civilidad parece tener cabida.
En ruta a las elecciones —su estado constante—, Palacio absorbió antagonismos tradicionales e hizo parte; exgobernadores, jueces, empresarios, medios de comunicación. La escuela de vicios políticos mexicanos encontró su nuevo gran receptáculo en el partido en el poder.
En la malacología, ciencia que estudia los moluscos, una especie marina llama la atención: Xenophora pallidula. Las espirales en su concha de forma piramidal giran hacia arriba hasta transformarse en pico; cada línea ascendente marca niveles en los que el animal recolecta y pega a su cuerpo, gracias a una membrana viscosa, cadáveres de otros moluscos que yacen al fondo de las aguas. Una especie diferente por nivel, dejando a los restos más viejos
mentira._ con una circunferencia de otras criaturas adornando su derredor.
El orden barredor de aquel molusco parece ser el único en medio del caos para la habitabilidad política de este, el año de la gran
La escuela de vicios políticos mexicanos encontró su nuevo gran receptáculo en el partido en el poder
Dirigentes prometieron venganza.