¡Hay unos haitianos en mi PAN!
De los creadores del Cártel inmobiliario del PAN ahora aparece su más reciente película “¡Hay haitianos en mi marcha!”, donde un abnegado y desconocido candidato a ser jefe de gobierno de la Ciudad de México fue objeto de un montaje por parte de malvados morenacos y brugadistas que les sembraron en su movilización un grupo de haitianos que se hicieron pasar por panistas. Por supuesto, como yo también soy bien mentiroso, sí le creo a mi Santi Taboada que está instalado en el melodrama reguetonero negándolo todo. O sea, para montajes los de Loret. Ni modo que el comunicador les haya mandando esos elementos acarreándolos desde Puerto Príncipe, para que luego salieran muy entusiastastomándoselafotoconunaltofuncionario cercano a Liosa Limón.
Digo, a mí lo único que me hace dudar es que el clasismo-racismo-mozimismo de los panistas les impediría relacionarse con migrantes haitianos a los que verían con mucho desdén.
Así, cualquiera diría que Markitititititito Cortés contrató a Anette Cuburu para alivianar el tema y armar el control de daños, pues mientras la Rabadán se ponía pero que Kinky Téllez ante una feminista, elpresichentedeAcciónNacionalsaleadeclarar que los haitianos forman parte de la apertura democrática y la inclusión que está operando entre los panuchos. Eso no se veíanienLahorapiconienLaslavanderas.
Algo que solo se puede comparar con el montaje peripatético de Xóchitl Gálvez que haría enojar más a García Luna Productions que las memorias de Sarkozy donde afirma que calderón era su mascota (digo, en descargo de Jelipillo se puede decir que o gobernaba o se acababa las reservas de cubanderas, no se puede hacer todo al mismo tiempo): una jovenzuela que casi ni se veía que había tomado algún cursillo en el CEA de Televisa, pasa “casualmente” por la casa de Lady X y como haciendo una travesura toca la puerta y ¿quién creen que le abre? La mismísima señora del huipil (que ahora ya no usa, no la vayan a regañar las niñas bien) que “casualmente” también andaba por ahí, lista para responder una pregunta fundamental “¿Por qué quiere ser presidenta?” Por supuesto tuvo que leer la respuesta en el prompter. Ese sketch no lo hubieran admitido ni en La Escuelita de Ortiz de Pinedo,
_ y menos con el ridi mensaje de “No Fake”. Algo tan creíble como las gelatinas de la prianchuchista.
Mejor hubiera dicho que tenía unos haitianosrefugiadosensucasaparaquenolos fuera a atropellar el Tren Maya.