La cofia y la justicia
Nunca el Auditorio de Congresos de Centro Médico Nacional Siglo XXI se ve más hermoso que cuando se pinta de verde. Cuando está lleno de enfermeras y enfermeros, cuando vemos al IMSS de la empatía, de la compasión, de la dedicación, de la excelencia y desde luego, de la esperanza.
Así comencé mi mensaje el pasado 6 de enero cuando nos reunimos para celebrar y reconocer a las enfermeras y enfermeros del Seguro Social en su día.
Ahí también recordamos que en 2014 un presidente desatinadamente minimizó el trabajo del personal de enfermería, pues con algo de desdén y mucho desconocimiento, lo definió como un “trabajo de artesanos”, “de artesanía”, y aunque yo respeto mucho el trabajo de los artesanos, sé muy bien que la enfermería es algo diferente.
Entonces ese año en las calles se escuchó: “Somos enfermeras, somos enfermeros, no somos artesanos” y se luchó ante la amenaza de un proceso de “profesionalización” que en la práctica significaba acotar a la enfermería a un nivel máximo de categoría técnica.
Esas protestas fueron intensas, pero fueron cortas porque ningún sistema de salud puede funcionar un solo día, una sola hora, sin el personal de enfermería.
Unos años después, la OMS presentó “Enfermería Ahora”, un planteamiento urgente, una ruta hacia el empoderamiento real y definitivo de la categoría de enfermería en todos los sistemas de salud del mundo, y se establecieron cinco grandes prioridades: Mayor voz al gremio en la formulación de políticas de salud; mayor inversión en la fuerza laboral; más puestos de liderazgo; más investigación; más intercambio de experiencias y buenas prácticas.
Desde que llegué al Seguro Social planteamos seguir esa ruta y por cinco años consecutivos, aún con una pandemia de por medio, cada 6 de enero encontramos una oportunidad de presentar cómo vamos, qué hemos logrado, dónde tenemos pendientes y qué es lo que sigue para la enfermería.
Hoy tenemos muchos avances que nos llenan de orgullo, pero nos faltaba algo: el reconocimiento de la licenciatura en enfermería, una demanda de muchos años que se hará realidad con la firma del acuerdo que realizamos con el Dr. Arturo Olivares, secretario general del Sindicato de Trabajadores del IMSS que dará pie a la creación de dos nuevas categorías al interior del instituto.
Pero primero, para reconocer el esfuerzo que conlleva este cambio en lo cultural, operativo, jurídico, administrativo, el próximo mes a todo el personal de enfermería que acredite contar con título y cédula se les dará por única ocasión una compensación equivalente a 30 días de sueldo tabular. Un estímulo que en conjunto representa cerca de 200 millones de pesos.
Después, de las 134 mil 698 trabajadoras y trabajadores de la rama, se ha identificado a 29 mil con título y cédula profesional de licenciatura que son susceptibles para acceder a estas nuevas categorías.
Hay 28 mil que seguramente optarán por este paso, pues les representará beneficios en lo económico con un incremento que va de 7 a 29.3 por ciento del salario tabular y en lo profesional, podrán ejercer en la práctica lo que marca la NOM-019: hacer valoraciones, prescribir los medicamentos autorizados para la licenciatura, harán descripciones del plan de alta médica al paciente, colaborarán en atención perinatal.
Con este hecho el rol de la enfermera va a crecer y la razón
_ de ser del instituto, los derechohabientes, se verán beneficiados.
Hoy podemos decir que, en el porvenir: la historia, la mística, la trayectoria, el heroísmo y la voluntad que tiene una enfermera del IMSS llegará a todo el sistema de salud nacional.