Por la fuga de capo, Ecuador decreta el estado de excepción
La medida regirá por 60 días, habrá toque y los militares actuarán en cárceles y las calles
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó un toque de queda y estado de excepción para todo el país, incluido el sistema penitenciario, tras la fuga de Adolfo Macías, alias Fito, jefe de la mayor banda narcocriminal de en una cárcel de Guayaquil.
“Acabo de firmar el decreto de estado de excepción para que las Fuerzas Armadas tengan todo el respaldo político y legal en su accionar” en las calles y reclusorios, expresó el mandatario en su cuenta en Instagram.
La medida faculta a Noboa, quien asumió en noviembre para un año y medio al ser elegido en comicios anticipados, a movilizar por 60 días a los militares a las calles y su ingreso a las penitenciarías, aduciendo una “grave conmoción interna” en Ecuador, así como a suspender derechos ciudadanos.
También ordenó un toque de queda de seis horas, entre las 23H00 y 05H00 locales.
Las autoridades continuaban anoche buscando a Fito, líder de 44 años de la temida banda de Los Choneros, que se disputa de manera sangrienta las rutas para el tráfico de drogas con otras agrupaciones delictivas con conexiones con cárteles de México, principalmente el de Sinaloa, y Colombia.
La fiscalía señaló ayer la red social X que formuló cargos contra dos funcionarios penitenciarios "que estarían involucrados en la fuga" del criminal el domingo pasado.
Más temprano, el secretario de Comunicación del gobierno, Roberto Izurieta, afirmó al canal Teleamazonas que “lo más probable” es que hubo “infiltraciones” en la cárcel sobre un inminente operativo de seguridad y Macías escapó “horas antes”.
Fito, quien estaba en la cárcel Regional, con capacidad para unas 4 mil 400 personas, cumplía desde 2011 una pena de 34 años por delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato.
Ayer se reportaron “incidentes” en cárceles de seis provincias, según el organismo a cargo de las prisiones.
Policías y militares ingresaron fuertemente armados a los
_ centros penitenciarios de El Oro, Loja, Chimborazo, Cotopaxi, Azuay y Pichincha (cuya capital es Quito), donde se produjo la “retención” de oficiales de las penitenciarías.