NOBOA ENDURECE SU DISCURSO Y EMPODERA A LOS MILITARES
El presidente de Ecuador planta cara a los narcos con dos megacárceles: «¡Ceder ante el mal, jamás! ¡Luchar incansablemente, siempre!», arenga el mandatario a sus ciudadanos, en uno de los microvídeos con los que alienta las acciones de las Fuerzas Armadas y deja constancia de su mano firme «¡Ceder ante el mal, jamás! ¡Luchar incansablemente, siempre! ¡Qué viva el Ecuador!», arengó Daniel Noboa en uno de los microvídeos con los que alienta las acciones de las Fuerzas Armadas, empoderadas como nunca para el «conflicto armado interno». Una misión que han emprendido bajo el aplauso de la gente, que jalea por las calles a los militares y les regala comida, desde las hamburguesas de las grandes cadenas estadounidenses hasta los tradicionales bolones, una especie de albóndigas de plátano rellenas de queso.
Ciudadanos y empresarios se han unido para abastecer a sus tropas, como si se tratara del conflicto fronterizo con Perú de hace 29 años. Miles de kits de higiene personal corren a cuenta de la empresa privada, incluidos las poderosas industrias de camarones.
Con un aspecto marcial, que recuerda al ucraniano Volodimir Zelenski, el mandatario ecuatoriano ha endurecido su discurso para dirigir con mano de hierro el conflicto contra los poderosos narcos.
La guerra total contra el narcotráfico continuó ayer en un país que comenzó a recuperar el pulso perdido. Las calles del centro de Guayaquil recobraron así parte de su vida y de su ruido habitual, después de las victorias conseguidas por el llamado Bloque de Seguridad, militares y policías desplegados en el país. Un nombre que evoca otra pelea histórica en la vecina Colombia: el Bloque de Búsqueda de Pablo Escobar.
Muchas victorias ante un enemigo que no está, ni mucho menos, abatido. El toque de queda en las calles fue respetado en su inmensa mayoría, aunque en Francisco de Orellana, en el Amazonas, los «terroristas» (como les llama el Gobierno) lanzaron un explosivo en el interior de una discoteca llamada El Coca y provocaron la muerte de tres jóvenes. «La lucha por restablecer el orden es larga, pero se ha iniciado», constató el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, conocido tiktoker hasta que entró en el Gobierno.
En sus comparecencias, los comandantes de las Fuerzas Armadas, protagonistas en otros tiempos de golpes de Estado, han recalcado que los nuevos «terroristas» de las bandas son señalados como objetivo militar. «El presente y el futuro de nuestra patria está en juego y ningún acto de terror nos hará claudicar», certificó el almirante Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Los vídeos con las arengas a los soldados que custodian el Palacio Presidencial se hicieron virales a través de WhatsApp, lo que mide cuál es el estado emocional de los ecuatorianos.
En su mensaje al país, Vela adelan
EL PRESIDENTE, LA ASAMBLEA Y EL EJÉRCITO TIENEN ÍNDICES DE POPULARIDAD ALTOS
LA DECLARACIÓN DEL CONFLICTO ARMADO AUTORIZA A LAS FUERZAS DEL ORDEN A USAR LA FUERZA LETAL
tó la captura de 329 «terroristas» y confirmó que cinco de ellos fueron abatidos. Entre las incautaciones destacó 24 explosivos, 61 armas, 195 vehículos y 230 kilos de droga, cifras que aumentan por horas tras cada operación desplegada.
Donde el Bloque de Seguridad no ha logrado imponerse es dentro de las prisiones convencionales, donde permanecen como rehenes 178 funcionarios en siete cárceles distintas. Los centros de reclusión se han convertido en comandancias generales bajo control de los narcos y desde ellas preparan sus acciones de terror en el exterior.
El almirante Vela negó el asesinato de uno de estos agentes, tal y como se hizo viral en redes sociales a través de un vídeo distribuido por los secuestradores. El jefe militar confirmó que el decreto presidencial del martes permite que soldados y policías empleen armamento letal en sus enfrentamientos contra las bandas señaladas, encabezadas por Los Lobos y Los Choneros.
Precisamente uno de los caudillos de Los Lobos, el famoso Capitán Pico, fugado del penal de Riobamba tras un ataque incluso con explosivos contra la Policía, exigió garantías para entregarse a través de un vídeo en las redes sociales. La respuesta de Noboa fue contundente: «A los terroristas hay que tratarlos como a terroristas, el país está harto de que los criminales impongan sus condiciones».
La fuga del jefe de Los Lobos, implicados en el magnicidio del candidato presidencial Fernando Villavicencio, precedió a la declaración del conflicto armado interno, que corrigió 24 horas después la imposición del estado de excepción.
«El sistema penitenciario ha estado durante décadas controlado por las mafias», precisó el presidente tras lanzar su proyecto de cárceles de alta seguridad, un «urgente saneamiento del sistema penitenciario» para bukelelovers, como él mismo definió a los seguidores del polémico mandatario salvadoreño. Noboa pretende levantar en tiempo récord dos megacárceles en el Amazonas y en la costa para apartar a los capos del narco de sus sicarios y soldados, que les protegen en las actuales prisiones y en las calles. Para estos caudillos se ha ideado una zona de supermáxima seguridad, con 32 celdas personales. Los nuevos centros de reclusión contarán además con inhibición de señal telefónica y de satélite, tecnología punta, triple seguridad perimetral, guardias sin rostro y construcción blindada. «Es un paso más para poder controlar al terrorismo y al crimen organizado, para lo que se necesitan leyes más duras, jueces honestos y la posibilidad de extraditar a los más peligrosos», concluyó el mandatario, que ha presentado ante la Corte Constitucional una batería de preguntas para la consulta política que pretende llevar a cabo dentro de unas semanas.
Tanto Noboa como la Asamblea Nacional cuentan hoy con índices altos de popularidad, todo lo contrario que en la época del conservador Guillermo Lasso, quien no consiguió aprobar en referéndum otra batería de leyes, entre ellas la extradición.
«No es soplar y hacer botellas», avisó desde El Salvador Bukele, quien se cree poseedor del antídoto en la lucha contra las mafias.
«Estamos ante un modelo complementario al de Bukele, están innovando lo hecho por el presidente salvadoreño en la gestión de las bandas criminales adaptándose a los nuevos tiempos, pero no sabemos cómo va a terminar. Siempre queda espacio para las violaciones de los derechos humanos, también para los aplausos por parte de una sociedad desesperada que busca la paz», explicó a EL MUNDO Rocío San Miguel, experta en temas de seguridad y fuerzas armadas. «Hay un elemento clave al declararse el conflicto armado, que es la autorización para el uso de la fuerza letal. La amnistía por parte del Parlamento (a los uniformados en las acciones contra el terrorismo) es un detalle fundamental, autorizado por el protocolo adicional a los convenios de Ginebra, pero es muy peligroso», añadió San Miguel.
«Sin fuerza pública no hay república», confirmó por su lado el presidente legislativo, el socialcristiano Henry Kronfle, alineado con las tesis gubernamentales. En la resolución planteada por el Parlamento, los congresistas apoyaron de forma casi unánime la batalla emprendida contra el narco: 135 de los 136 diputados que componen la Asamblea Nacional votaron a favor. En 2025, los ecuatorianos no sólo volverán a votar para elegir presidente, también lo harán para configurar un nuevo Parlamento.
«Una guerra cuesta y cuesta dinero», aprovechó para contestar el presidente, quien ya ha adelantado que presentará nuevas reformas ante los legisladores para proseguir la batalla contra el narco.