El esperado regreso del covid
Los expertos, esos que detesta el Presidente, han encendido las luces de alarma debido a la ocupación al 100% en al menos 16 hospitales en el país a causa de infecciones respiratorias graves, que incluyen el coronavirus...
Triste, cansado, ojeroso y sin ilusiones, diría el clásico, así se sentía Gilga mientras tosía. Si sobreviene otro ataque de tos, pensó Gil, un pulmón caminará por el amplísimo estudio con perfecta autonomía. Buenas noches: ¿quién eres? Soy uno de los pulmones de Gamés. En un país con autoridades sanitarias menos ineptas e irresponsables las noticias y recomendaciones para enfrentar la epidemia de enfermedades respiratorias por la que atraviesa el país estarían al alcance de la mano, también las medicinas, pero para eso hay que llamar a Huehuetoca y esperar con paciencia de santo una respuesta del que atiende la farmaciota. Es que de veras.
Gil se ha vacunado contra la influenza y el covid y ni así libró la gripe. Pues con la novedad de que existe algo que se llama Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Sinave). Este instituto, o lo que sea, alerta sobre casi 200 mil casos activos de covid-19 en el país hasta el corte del pasado 11 de enero. Gil lo leyó en su periódico El Universal y en una nota de Yalina Ruiz. En su plataforma digital, el Sinave advierte que en primer lugar está la Ciudad de México, con 21 mil 425 casos activos de coronavirus, seguida de Baja California Sur, con 15 mil 466 reportes acumulados; San Luis Potosí, con 8 mil 882 contagios; Tabasco, con 8 mil 405; Querétaro, con 8 mil 34; Colima, con 8 mil 891; Nuevo León, con 7 mil 505; Quintana Roo, con 6 mil 779 casos; Sonora, con 6 mil 502, y Aguascalientes, con 6 mil 165 casos activos.
Expertos conservadores y malignos
Qué bueno saber estos números. ¿Y luego qué hacemos? ¿Nos damos de topes contra las paredes? ¿Nos ponemos una corona de espinas y vamos de rodillas a Huehuetoca? Se dice que en ese lugar se estableció la farmaciota porque allí se encontró a una serpiente devorando a un águila, ¿o cómo era?
Ahora mal sin bien, los expertos, esos que detesta el Presidente, han encendido las luces de alarma debido a la ocupación al 100% en al menos 16 hospitales en el país a causa de infecciones respiratorias graves, que incluyen covid-19. Alejandro Macías y Francisco Moreno, Gilga les llama “mis doctores” en honor a su activismo durante la pandemia, demandan a la Secretaría de Salud que refuerce medidas preventivas, en especial el esquema nacional de vacunación, que liberen los antivirales y que se promueva otra vez el uso masivo del cubrebocas.
¿Alguien le podría explicar a Gilga por qué no hay antivirales? No se le puede preguntar a López-Gatell, pues ya no es subsecretario de Salud, ahora redacta el proyecto de nación de Claudia Sheinbaum. En realidad nunca fue subsecretario, se dedicó a parlotear mientras los enfermos de covid morían en los hospitales y él afirmaba que la protección del cubrebocas era muy relativa.
Estampitas
El pasado fin de semana, el Sistema de Información de Infección Respiratoria Aguda Grave de la Secretaría de Salud dio a conocer que hasta el 12 de enero se registraron 19 hospitales con 70% o más de ocupación en camas generales, mientras que otros 16 llegaban al 100%. Héctor Hernández Bringas, integrante del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, exigió al gobierno “tomar las campañas de vacunación en serio y no estar de queda bien con el gobierno cubano dando vacunas que no tienen la efectividad que se requiere (…) Hay una alta prevalencia de enfermedades respiratorias en esta época. Eso era algo esperable porque esta es una época donde padecimientos como coronavirus e influenza se producen con mayor frecuencia por las bajas temperaturas; sin embargo, el gobierno no toma las medidas necesarias. Ya hay un problema de saturación en algunos hospitales y esto se debe a que las campañas de vacunación no han tenido buena cobertura, no se está inmunizando a toda la población, hay descoordinación y desabasto. Metieron la vacuna cubana que no es necesariamente la que mejor protege”.
Así las casas (muletilla patrocinada por el licenciado Manuel Bartlett), si usted está enfermo de las vías respiratorias, lo mejor será que coleccione estampitas como las que un día mostró el Presidente. Las autoridades sanitarias no hacen un café, no mueven un dedo, nada de nada. Un grito
_ desgarrador hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: Ay, mis hijoos, ineptos, irresponsables.
Todo es muy raro, caracho, como diría Esquilo: “La mejor salud tiene un límite que la enfermedad siempre anda rondando”.
Gil s’en va
Las autoridades sanitarias no hacen un café, no mueven un dedo, nada de nada