El riesgo de crisis en el cambio de sexenio
Durante las últimas décadas del siglo pasado, los cambios de sexenio estuvieron acompañados de crisis económicas. Por fortuna, a partir del año 2000 las transiciones de poder han sido más ordenadas. Hay quienes afirman que la elección de 2024 será la más trascendental de la época moderna y que la estabilidad del país está en juego. No lo veo. Si existe un riesgo de crisis sexenal es externo.
Lo cierto es que la situación económica de México es sólida. El año pasado el PIB creció más de 3% y los pronósticos para 2024 son positivos. La inflación, la cual se disparó hace un par de años, parece estar bajo control. El año pasado fue menor a 5% y se espera que en el actual sea inferior a 4%. El peso está fuerte. Es verdad que el estimado de déficit fiscal para 2024 es mayor que años pasados, pero el porcentaje de deuda pública respecto al PIB sigue siendo menor a 50%, una cifra relativamente sana (como referencia, el promedio de los países de la OCDE es cerca del doble). Además, las reservas internacionales de Banxico cerraron 2023 a máximos históricos.
En otras palabras, la economía no parece representar un alto riesgo en vísperas del cambio de sexenio. ¿Qué hay del riesgo político? También lo veo bajo. A reserva de que se genere un conflicto por una elección muy cerrada (que por el momento no se ve factible), el resultado no debe inquietar a los mercados. Si gana Morena, como las encuestas hasta ahora anticipan, será un gobierno con el que ya están familiarizados los inversionistas. Si gana la oposición, vendrá un gobierno formado de partidos que ya han gobernado y que, en principio, simpatizan más con políticas de mercado.
No, el peligro de una crisis no parece ser interno. Lo que me preocupa viene de afuera, concretamente de la elección presidencial de Estados Unidos. Este riesgo aumentó el lunes con la contundente victoria de
en Iowa para elegir el candidato del partido republicano. A reserva de que ocurra algo extraordinario, será el candidato y las encuestas lo ubican como gran favorito sobre
Una segunda presidencia de puede impactar negativamente a México en al menos dos frentes. El primero es el migratorio. ha dicho que en su primer día en la presidencia cerrará la frontera y llevará a cabo la “mayor operación doméstica de deportación en la historia” de su país. Las consecuencias para México de dichas medidas serán devastadoras. El segundo es el comercial.
ha mencionado que piensa imponer unatarifade10%atodaslasimportaciones.Para nuestro país, que es el principal socio comercial deEU,unimpuestoasíserásumamentenocivo. Es imposible predecir cómo se comportará
si regresa a la Casa Blanca. Había mucho miedo en México cuando fue presid ente y la realidad es que no nos fue nada mal con él. Espero que se repita la historia si vuelve a ganar; sin embargo, por el momento Trump, y no cualquier amenaza interna, representa el riesgo más latente de una crisis sexenal.