El Presidente deja fuera a la CNDH de institutos a eliminar
Su plan es desaparecer hasta 20 órganos sin despedir a nadie y dejar un gobierno “eficiente”
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) quedará excluida de la reforma que busca desaparecer a institutos autónomos, aclaró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Precisó que su plan contempla eliminar entre 10 y 20 organismos, pero “no la Comisión de Derechos Humanos, no. Estoy hablando de los organismos que se crearon para legalizar la corrupción que imperaba”.
Durante su conferencia de prensa matutina, el mandatario hizo énfasis en que con esta reforma no habrá despidos. “Que quede muy claro: no vamos a despedir a nadie, vamos a tener un gobierno eficiente, no tan costoso. Le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno”.
Reconoció que su iniciativa puede no prosperar en la actual Legislatura, por lo que su apuesta es que tenga éxito en la próxima, que iniciará el 1 de septiembre.
“Falta lo que digan los legisladores, nada más que les recuerdo… no es que digan ‘no va a pasar’, eso es lo que dice el bloque conservador, pero eso es esta Legislatura. ¡Quién sabe qué van a opinar los de la nueva Legislatura!”, manifestó.
Acusó que los órganos autónomos son “un gobierno para contrarrestar al gobierno legal, legítimamente constituido y proteger los intereses de los que se sentían dueños de México”.
Va a Coahuila
Posteriormente, el Presidente se dirigió a Coahuila, donde visitó las minas El Pinabete, en las que quedaron sepultados 10 mineros en 2022.
En un acto al que tuvieron acceso solamente los familiares directos de las víctimas, López Obrador supervisó los trabajos para rescatar los cuerpos de los trabajadores.
Sobre el caso de los mineros en Pasta de Conchos (quienes quedaron sepultados en 2006) señaló: “Es muy importante la reunión para seguir adelante. Hemos cumplido con todos los acuerdos, lo vamos a seguir haciendo, lo fundamental es el rescate de los mineros, espero que antes de mi mandato podamos rescatarlos”.
César Calvillo, padre de José LuisCalvillo,quieneramineroen Pasta de Conchos, mencionó que esprematurocriticaralPresidente,porloquesetieneconfianzaen que puedan ser rescatados todos los mineros antes de que termine su sexenio.
“Todavía no se va, cuando ya se vaya podemos decir algo, van a ser 19 años; de esos, seis fue cuando se empezó a trabajar y los demás ya no se hizo nada. ¿Cómo lo voy a criticar si lo que no hicieron los otros lo está haciendo él?
“De los 65, uno es mi hijo, él tenía seis años trabajando y ya nos resignamos como todo mundo cuando pierde a un ser querido en su momento; es un dolor pero la vida sigue con lo que tiene uno. Vamos a seguir con la esperanza de que sean recatados nuestros familiares”.
Rimbaud y Bowie nos acompañan en esta fiesta de glam y música. Reina el caos en Paseo de la Reforma, las calles están cerradas por la marea guinda que contrasta con la marea negra de ojos delineados. Trasnochados animales en charol, cuero, botas altas, stilettos y humo. El cruce con avenida Balderas e Independencia es una fiesta absoluta en la que reina Alaska, ¿la organización? Impecable, no se ven aglomeraciones innecesarias, la fila avanza a un ritmo demente, todos somos revisados con detalle y rapidez. Había olvidado el hermoso lobby art decó del Metropolitan, obra del arquitecto Pedro Gorozpe, puede que no lo creas, da igual: el mármol huele, sí, tiene un olor sensual, frío. Los cocteles incendian las bocas. Todas son divas bajando esas escaleras aunque lleven vasos de plástico. Este teatro, que antes fue un cine, sobrevive. Luce impecable bajo la operación de Ocesa, es una lástima que toda una época arquitectónica en nuestro país esté deslavada, podrida, ahí está el portentoso Orfeón en ruinas a un par de calles, en Luis Moya, también el cine Ópera en la San Rafael está esperando tiempos mejores, se vuelve moho, a nadie parece importarle. Después de la genial actuación de Nancys Rubias, aparece. Icónica, genuina, reina absoluta, dueña del escenario, ella: Olvido Gara, abre las fauces de la noche con Fiesta en el Infierno, el teatro se viste de rojo, las luces iluminan los rostros en éxtasis, Lucifer luciría pálido a su lado, su presencia es tan poderosa que domina todo el espacio, lo absorbe, magnetiza hasta a las estatuas blancas e insólitas que nos miran, al ver sus ojos es imposible no pensar que han mirado tantas épocas. El rojo se diluye en un juego de luces de otro planeta, en blancos imposibles, nos remata de nostalgia con su Electricistas. Ya nadie está sentado, todos estamos bailando y gritando: ven sube, a mi nube, yo te estaré esperando, flotando. A mi lado está una fans que ha venido desde Texas a verla, lleva un vestido rojo de terciopelo, un arnés de cuero, otro fans también a mi lado lleva un vestido verde oscuro, medias de encaje, su cabello rojo es una provocación, baila al ritmo de Espectacular.
La barrera generacional se rompe, personas de 20 años, de más de 50, todos están unidos por la música y la rebeldía. Un azul violeta intenso nos marea, De qué me culpas, himno que revienta la cara de los hipócritas, ¿por qué te atreves a imponerme tu moral y amenazar?… no daré ni un paso atrás. Y así lo hizo, nunca inmóvil, siempre adelante, por eso está aquí frente a nosotros, vigente, delirante diosa que conjura pasiones, desafíos mentales, alquimia. Suena en español el cover de Héroes de Bowie, lágrimas en algunos rostros. Un fans baila con una hermosa corona de luces sobre su cabeza. Se acerca el final, suena A quién le importa. La noche se siente segura, así es como se siente estar vivo, no se apaga con nada el fuego que nos ha dejado, las noches del 18 y 19 de enero: histórico sold out.
* ESCRITORA. AUTORA DE LA NOVELA SEÑORITA VODKA (TUSQUETS)