Desde Texcapilla
Será difícil revertir la sacudida que dejó en esta comunidad de Texcaltitlán, Estado de México, el sorpresivo enfrentamiento con integrantes del grupo criminal de La Familia Michoacana del 8 de diciembre pasado, cuando los pobladores se inconformaron por el incremento que los delincuentes exigieron del pago periódico de cuotas.
Alrecorrerelsitio,másdemesymedio despuésdeloocurrido,permanecenenel suelo los rastros de vehículos que fueron quemados y quedaron calcinados. Imagino lo que debió ser esto al día siguiente.
Desde entonces, familias enteras abandonaron sus casas y por semanas vivieron lejos. Poco a poco han vuelto. Se sienten más tranquilos y han reanudado sus actividades al ver a policías, militares y guardias nacionales en la zona.
Sin embargo, el miedo permanece. Por años, el crimen organizado mantuvo bajo asedio a la población de esta región de Estado de México. Tenían presupuestado el pago de cuotas por sus productos o servicios, pero ya no querían ni podían pagar más.
El 8 de diciembre, los criminales los convocaron a una reunión y les exigieron más dinero. Los pobladores que, como suelen hacer, llevaban sus machetes, decidieron enfrentarse a los delincuentes. Todos conocemos el desenlace: 14 muertos, 10 de ellos criminales, el resto pobladores. Hubo heridos y más de 10 personas desaparecieron.
A 40 días de lo ocurrido algunos (mujeres y niños) ya fueron localizados, el resto (hombres adultos) siguen en calidad de desaparecidos. Se cree que están secuestrados por los mismos criminales.
Deben reponerse a lo que vivieron, al maltrato del crimen organizado
Aunque el miedo permanece presente en esta comunidad, hay señales de que saldrán adelante. En la escuela primaria, que da a la misma cancha del enfrentamiento, ya se escucha a los niños tomando clases y jugando, pero con extremado cuidado; su directora prefiere mantener la escuela bajo llave y pide que no nos acerquemos para mantener la tranquilidad y seguridad de los estudiantes.
Ahora deben reponerse a lo que vivieron, al maltrato del crimen organizado. Y acostumbrarse a vivir rodeados de militares. Pero ahí quieren estar. Es su hogar, donde tienen su casa, su trabajo. Eso sí, aunque amenace a lo lejos, por lo pronto el enemigo no se podrá acercar. Las imágenes y testimonios recabados para este texto forman parte de la primera pieza que realicé para la primera
_ emisión de MILENIO Noticias con Alejandro Domínguez en su nuevo horario (22 horas), donde lo que haremos será simple y sencillamente PERIODISMO. Los invito a sintonizarlo de lunes a viernes.