Milenio

“Trato de ser el mejor QB

Americano. Brock Purdy, Mr. Irrelevant, trascendió con rapidez a figura en la NFL y es esperanza en San Francisco para volver al Super Bowl

- MICHEL CRUZ

En un abrir y cerrar de ojos, la vida de Brock Purdy dio un giro sorpresivo.

Pasó de ser el tercer mariscal de campo en el roster de San Francisco, a titular de los 49ers. Y ahora, una nueva esperanza para que el equipo gambusino esté más cerca de romper una sequía que ya acumula 29 años.

Su historia se ha vuelto una de las preferidas por muchos aficionado­s. El apodo de Sr. Irrelevant­e (Mr. Irrelevant) -que se le da al último jugador elegido en su respectivo Draft- no queda con todo lo que ha hecho en su joven carrera: logró su primer llamado al Pro Bowl, lideró a la NFL en índice de pasador (113.0), terminó tercero en touchdowns por aire (31) y quinto en yardas (4,280). Y la mejor parte para él es que está a un juego de llevar a los Niners al Super Bowl LVIII, en busca de su primer triunfo en el Gran Juego desde el 29 de enero de 1995, cuando San Francisco derrotó 49-26 a San Diego Chargers en el Super Bowl XXIX.

En solo dos temporadas, Purdy (a quien ya se le ha apodado Mr. Relevante) se codea en los niveles más competitiv­os, pero mantiene la concentrac­ión para rendir a buen nivel y ayudar a sus compañeros en el emparrilla­do.

“La transición a la NFL desde la universida­d fue un poco diferente simplement­e porque ahora es un trabajo. Ya sabes, en la universida­d iba a mis clases y estudiaba para obtener mi título, pero en la NFL, todo lo que hago es estudiar futbol americano, trabajar en mi cuerpo y tratar de ser el mejor quarterbac­k que pueda ser”, reconoció para MILENIO-La Afición.

El apoyo de los suyos

Brock Purdy llegó al mundo el 27 de diciembre de 1999 en Queen Creek, Arizona. Ahí pasó prácticame­nte toda su infancia, incluso jugó futbol americano en la Perry High School en Gilbert, en el condado de Maricopa, de ese mismo estado.

Su padre: Shawn, jugó beisbol de Ligas menores durante ocho temporadas; su hermana mayor: Whittney, practicó softbol en la Southeaste­rn University de Florida, en tanto, su hermano menor: Chubba, también es quarterbac­k, siguiendo sus pasos en Perry y ahora con Florida State. Todos ellos, junto con su madre Carrie, se han vuelto su soporte más importante en este cambio radical en su vida. “Definitiva­mente mi familia me ha ayudado mucho durante este periodo de adaptación al futbol americano profesiona­l. Volaban mucho para California y han asistido a todos mis juegos, salimos a cenar solo para tener algo de normalidad en mi vida”, reconoció el lanzador de los 49ers.

Porque ser el titular de uno de los equipos más populares y ganadores de la NFL, al que le urge conseguir el trofeo Vince Lombardi, puede ser una presión para cualquier jugador... más si algunos esperan que sigas los pasos exitosos de leyendas como Joe Montana y Steve Young, pero sin caer en el intento como le pasó a

Colin Kaepernick y Jimmy Garoppolo, sus antecesore­s. Su familia fue su respaldo más importante en este ascenso.

“De alguna manera me devolviero­n a quién soy, en qué creo, y dejé de pensar en el futbol americano por un tiempo. Mi familia ha sido excelente durante esa transición”, consideró Purdy, quien esta temporada lanzó para 4,280 yardas y 31 TD's.

De las caídas se aprende

Los 49ers fueron uno de los favoritos desde prácticame­nte el primer partido. Su ofensiva llena de playmakers, junto a una de las mejores defensivas de la Liga ayudaron a ganar los primeros cinco partidos, pero luego vino una mala racha de derrotas ante Cleveland Browns, Minnesota Vikings y Cincinnati Bengals que encendiero­n las alarmas.

Salvo la derrota en Navidad ante Baltimore Ravens y una ante Los Angeles Rams, cuando ya tenían asegurado el primer sembrado de la NFC, los Niners recuperaro­n el camino y esperan mostrar su mejor versión.

“Después de las tres derrotas, eso nos hizo volver a la mentalidad de que tenemos que ir y tomar cada juego, en lugar de esperar que los equipos nos dieran una victoria o que nos permitiera­n jugar bien. Entendimos que cualquier equipo que enfrentes, cualquier juego, va a ser bueno”, explicó.

Aquellos reveses ayudaron a San Francisco para recuperar su esencia y, lejos de escuchar las críticas, mantener la concentrac­ión para lograr el éxito: “Tuvimos que volver a lo básico, jugar nuestro estilo y no escuchar el ruido de afuera. Creo que esas derrotas nos dieron una perspectiv­a de volver al estilo de futbol básico. Esa es la manera en la que jugamos”, precisó.

“Mi familia me ha ayudado durante la adaptación al profesiona­l. Han ido a todos mis juegos, salimos a cenar solo para tener algo de normalidad en mi vida”

Brock Purdy

QB de San Francisco 49ers

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