Rompe el molde
El delantero mexicano será presentado este sábado en su regreso a Chivas, algo que otras figuras no pudieron hacer, pues optaron por no volver a su sitio de origen
Dicen que no hay nada como la tierra, volver a donde naciste, donde diste tus primeros pasos, donde creciste, ahí donde comenzó la ilusión del querer ser. Javier Hernández Balcázar lo hará 14 años después. Cuando se fue de Guadalajara era apenas un chico de 21 años que se llevó a Manchester, Inglaterra, el legado de su abuelo y una maleta cargada de sueños. Ahora volverá a Jalisco convertido en don Javier Hernández Balcázar, llega -ahora- como el alimento de millones de ilusiones; en su pasaporte ya trae los sellos de Inglaterra, España, Alemania y Estados Unidos, países en los que creció y maduró como futbolista.
Lo único que conserva, es el mote de Chicharito, ese no lo perdió sino que le ayudó a aumentar su legado en otras tierras. Javier vuelve a casa y es esperado con una ilusión mayúscula, porque los goles que marcó en el Manchester United, en el Real Madrid, en el Bayer Leverkusen, en el West Ham, en el Sevilla, en el LA Galaxy y con la Selección Mexicana, ahora esperan ser coreados por los millones de aficionados del Club Deportivo Guadalajara. Javier rompe el molde, ese al que se acostumbraron otros jugadores que, tras el periplo europeo, volvieron a México, pero no a la tierra de origen, él sí lo hará. La última imagen que se tiene de él en un campo de la Liga Mx se remonta al 27 de marzo de 2010, en la Jornada 12 del Torneo Bicentenario cuando Chivas goleó 6-2 a Santos en el estadio Jalisco.
No llegaron a casa
El máximo exponente que ha tenido el futbol mexicano en Europa ha sido Hugo Sánchez, quien se fue a jugar con el Atlético de Madrid y luego con el Real Madrid. Desde 1981 hasta 1992 jugó en España y cuando volvió a México lo hizo con el América.
Otro de los grandes referentes que ha tenido el futbol azteca en Europa fue Rafael Márquez, el defensa fue parte del Barcelona que fue catalogado el mejor equipo de la historia. El Kaiser surgió en Atlas y después de la travesía europea recaló primero en la MLS y cuando volvió a México lo hizo con el León.
Esa misma hoja de ruta siguió Andrés Guardado, el futbolista que más partidos jugó en el Viejo Continente ha vuelto al país para cerrar su carrera futbolística con La Fiera; le hubiera gustado volver a La Academia, pero esas puertas permanecieron cerradas.
Otros jugadores que tampoco regresaron al sitio que les abrió las puertas al profesionalismo, fueron Pablo Barrera que regresó a Cruz Azul y no a Pumas, mismo caso de Efraín Juárez, quien volvió al América, igual que Héctor Moreno quien retornó a Rayados. Y qué decir de Diego Lainez que regresó a Tigres y no América, lo mismo pasó con Diego Reyes.
Volvió a casa
El último juego de
en México fue contra Santos en marzo de 2010
Uno de los jugadores que sí tuvo la posibilidad de volver al origen y que es un caso similar al de Javier Hernández fue Guillermo Ochoa, el histórico portero mexicano que ha estado en cinco Copas del Mundo; Memo volvió a México en 2019, fue recibido con bombo y platillo por la afición americanista que le veía como un hijo pródigo regresando para envolverse en su bandera.
Javier es el segundo caso más reciente de un futbolista mexicano que vuelve a casa después de haber partido como ese joven que dejaba el calor de hogar en busca del éxito. La Perla Tapatía ve regresar a uno de sus hijos predilectos, uno que llevó allá por otros países la bandera de México con orgullo. Y como dice la canción de Vicente Fernández “este amor apasionado, anda todo alborotado por volver”. La cancha, esa parcela verde que es juez inequívoco, le espera con ansia para evaluarle 14 años después.