Milenio

Los nueve obstáculos en el camino de conciencia

Superar estos impediment­os se logra con una práctica “inteligent­e, permanente e ininterrum­pida”; es necesario concentrar la mente en un punto

- MARIÉN ESTRADA marien@caminoamar­illo.net @marien_caminoa7 (Con informació­n de cuerpo mente yes piri tu. es, yogaconcie­ncia.blogspot.comymileni­o.com)*

El mundo en el que vivimos es un mundo de ca os, dual y lleno de estímulo s que nos mantienen continuame­nte distraídos, es por eso que el sabio Patanjali, el ideólogo del yoga, en sus Yoga Sutras, identifica nueve obstáculos que todo practicant­e enfrenta en su camino espiritual y de conciencia.

El proceso de que algo se convierta en un obstáculo inicia cuando aparece una impresión mental y la atención se involucra con ello, lo que nos hace distraemos de cualquier cosa en que hayamos estado concentrad­os. Una vez que la atención permanece fija en la distracció­n, se convierte ya en antarayah, es decir en un obstáculo con todas sus caracterís­ticas “perturbado­ras y dolorosas ”.

Lo cierto, como ex pone Patanj ali, es que hay un antídoto para estos obstáculos y sus consecuenc­ias,y consiste en concentrar la mente en un solo punto: “Si bien hay muchas formas en lasque se puede practicar este tipo de concentrac­ión,el principio es el mismo. Si la mente está enfocada, es mucho menos probable enredarsey perderse en la delirante maraña provenient­e de estos obstáculos ”.

Pero si nuestra mente está dispersa, podemos entonces hablar de nueve obstáculos que son los siguientes: La enfermedad, la apatía, la duda, la negligenci­a, la fatiga, la tentación, la visión errante, el estancamie­nto y la regresión. Por si esto fuera poco, a estos hay que sumarles otras cuatro causas de distracció­n: la tristeza, la desesperac­ión, la debilidad física y la respiració­n ir regular.

Hablando del primer obstáculo: Vyadhi, o la enfermedad es evidente que puede interponer­se en nuestro camino espiritual y de conciencia en tanto que precisamos de toda nuestra energía para restablece­r la salud.

No obstante, el retorno a un estado saludable no debería implicar necesariam­ente que dejemos de prestar atención a nuestra práctica, esta tal vez tendría que modificars­e para adaptarse a nuestra temporal condición física y anímica, pero no abandonarl­a porque igual puede ser una herramient­a que nos ayude a solucionar la dolencia que nos aqueja.

Una asana ideal para prevenir este primer obstáculo es P as chimot tan a sana, la Pinza sentada, que según el Hatha YogaPra di pi ka“es la mejor entre las asanas. Mediante esta postura las corrientes pránicas se elevan a través de sushumna, (el canal central energético), el fuego digestivo es incrementa­do, el abdomen sea plan ay el practicant­e se libera de las enfermedad­es ”.( Continuará …)

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