Con pipas, pozos y bombas suplen en Cancún deficiencias de Aguakan
En esa zona hay facturas hasta de 28 mil pesos en propiedades que sus dueños ya no habitan
La deuda de Rosa María García con Aguakan, la compañía privada de agua potable del norte de Quintana Roo, es de más de 28 mil pesos. A pesar de que durante meses su casa en Cancún estuvo deshabitada, la cuenta aumentó.
“No pensamos pagarle a Aguakan porque no lo tenemos. Por los pozos están cobrando 12 mil, 10 mil, 8 mil y 7 mil pesos, si bien nos va”, platica Rosa.
En Cancún esa empresa lleva 30 años con la concesión del servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento en los municipios Benito Juárez, Isla Mujeres y Puerto Morelos.
MILENIO recorrió varias zonas de Cancún y los habitantes explicaron que existen al menos tres maneras para subsanar lo que Aguakan no da: bombas de agua para llenar los tinacos, compra de pipas y la perforación de pozos en los patios de sus casas.
Piperos se ven rebasados
Ángel Hernández, operador de una pipa desde hace seis años, platica que hay veces en que no se dan abasto ante tantas solicitudes de servicio.
El costo de una pipa para llenar un tinaco de mil 100 litros es de 120 pesos y en 750 pesos una pipa de 20 mil litros, las cuales son adquiridas por hoteles.
Para Aguakan las pipas son un negocio doble: aparte de cobrar el servicio de agua potable a domicilio, también les cobran a las pipas que venden el líquido donde, pese a tener el servicio de la empresa, es deficiente.
Daniel Aguilar es pipero hace más de 30 años y recuerda que en ladécadadelos70,habíatresocua
Distribución por tandeo.
tro pipas en Cancún. Hoy, dice, hay más de 200, lo que provoca que vecinos realicen filas largas en cada uno de los dos cárcamos, donde tienen permitido cargar agua.
“No quieren abrir más porque los de Aguakan nos miran como una competencia, porque dicen ‘yo le corto el agua al señor y que pida pipa, y ellos le llevan y me va a pagar cuando le dé la gana’”.
Perforación de subsuelo
Melitón Uría ha colocado en diversas partes de la ciudad un letrero que dice: “Hago pozos”, pese a que en la península de Yucatán se encuentra sobre ríos subterráneos, Cancún sufre escasez del líquido.
“Tiene tres años que se empezó a incrementar las solicitudes de pozos, porque desde que empezó la sequedad, este calor, todos necesitan agua”, dice.
Realiza ocho pozos a la semana, con un costo de 6 mil 500 a 9 mil pesos cada uno. Uria explica que las zonas donde más solicitudes recibe son Rancho Viejo, una zona habitacional a las orillas de Cancún, así como del municipio vecino de Puerto Morelos, “que es donde está más escasa el agua”.
Detalla que para perforara el suelo se necesita la autorización de Aguakan y del gobierno municipal; sin embargo, no siempre lo dan, sobre todo en fraccionamientos, pero, asegura, que en patios amplios, es fácil obtenerlo.
“Se recomienda hacer un pozo de cuatro pulgadas porque ahí se mete la bomba sumergible. Lo hacemos a 15 metros, porque no está contaminada”, platica.
En diciembre pasado el Congreso local hizo efectivo el resultado
_ de la consulta popular de 2021 y revocó la concesión de Aguakan; sin embargo la empresa buscó un amparo y consiguió una suspensión que le permite seguir operando.