El eclipse vip
Uno de los procesos más notorios de transformación social es el de la gentrificación, mediante el cual a una velocidad bastante veloz se van transformando barrios o zonas de las ciudades. Así, en lo que se siente como un abrir y cerrar de ojos se van convirtiendo en una especie de pequeños clones de este proceso, pues comienzan a aparecer lo que parecerían ser los mismos cafés y restaurantes, barberías estilizadas, bares de coctelería sofisticada, tiendas vintage y demás establecimientos y comercios que intensifican la experiencia de pertenecer a esta nueva zona de exclusividad. Misma que va igualmente siendo poblada por lo que se asemeja a gente clonada, que incluso en su notorio afán de ser distinta termina siendo bastante parecida. Las rentas y los precios suben, expulsando a los pobladores originales, y finalmente el barrio gentrificado termina formando parte de un plan de mayor alcance donde existen experiencias boutique para quienes pueden pagarlas, y marginación y exclusión para quienes no.
Desde hace muchos años la naturaleza misma no se encuentra exenta del proceso de exclusividad, como atestiguan los crucero sysaf ar is del ujo,d ondea cambio de grandes cantidades de dinero se accede ala contemplación de maravillas naturales desde la óptica del lujo y el confort, como si fuera una pequeña gentrifi ca ciónmóvilqu ese puede trasladar incluso a los glaciares más remotos o al corazón delas abana africana. Y
En las redes se pueden ver mensajes de jóvenes con outfits de espiritualidad muy chics
todo en marcado por la comodidad y el correspondientebuen servicio, pues no hay mejor forma de apreciar a ese chita que corre por la mañana que con un buen mocacci no latte servido por unas onrient eh os tess.
Así que considerando todo lo anterior, supongo que no debería sorprender enterarse cuando le llega al propio universo la hora de vivir su proceso de exclusividad, como sucede con un grotesco festival llamado Eclipso (by Origin), organizado en una región con el peso natural y geológico como es Cuatro Ciénegas, en Coahuila, para que miles de asistentes acudan a vivir una experiencia vip de un fenómeno astronómico tan atípico como el eclipse de sol. En la publicidad de este abominable evento, por supuesto toda en inglés (“FOOD/ART/MUSIC & MYSTIC EXPERIENCE”), se detalla el dress code apropiado para vivir la experiencia cósmica al amparo de más de “+10 chefs”, en cualquiera de los “3 venues” donde habrá DJ y conciertos. Y desde luego se ofrece a los asistentes la experiencia del glamping (neologismo formado entre glam y camping) para que puedan recargarse de energía con el eclipse con su debido lujo y confort, al amparo de tiendas de campaña boutique, muy propicias para tomarse ahí mismo la selfie de la mañana.
Pero como por supuesto lo principal aquí es la espiritualidad, “esta experiencia única en la vida” incluye “rituales de sanación y reconexión con el espíritu a través de yoga, respiración guiada y sonoterapias”. Y como también quizá a estas alturas sería de esperarse, en las redes se pueden ver mensajes de jóvenes con outfits de espiritualidad muy chics donde afirman cosas como: “The universe is my sugar daddy”. U otra que se tomó fotos meditando para postearlas junto con el mensaje: “May all things be happy. May all things be liberated”.
_ Probablemente no estemos tan lejos de atestiguar dentro de un tiempo algún Climate Change Fest (by Exxon), donde se monte una pequeña ciudad con todos los lujos para que un grupo de privilegiados puedan atestiguar en primera fila el derrumbe de un glaciar, o algún otro fenómeno del estilo.