Cínicos, caraduras y cretinos
En estos días de fuego, entre el sarcasmo y la ira, AMLO ha endurecido aún más sus embates contra el “periodismo tramposo, calumniador” desde el cual —asegura— se catapulta la guerra sucia contra la 4T, infructuosa ante el blindaje de moralidad de sus funcionarios y militantes. Siempre didáctico, ha advertido a los jóvenes: “si actúan con honestidad (…) van a ser libres y van a poder actuar de manera consecuente y en forma digna; si son deshonestos, les van a callar la boca a la primera, no van a aguantar y lo que les va a quedar, si quieren hacer política, es convertirse en cínicos, (…) hay muchos caraduras, cretinos, que mienten como respiran”.
Al escucharlo, en los pensamientos, “deshilachados y errantes” (como dice Murakami), del cartujo aparecen nombres y rostros de impolutos protagonistas de esta fabulosa era de transformación.
Gente eficiente, honesta, empática, radicalmente distinta a los “cínicos, caraduras y cretinos” del conservadurismo; personajes como Hugo López- Gatell, Cuauhtémoc Blanco, Cuitláhuac García, Layda Sansores y Rocío Nahle, a quienes nadie puede reprocharles ineptitud ni, mucho menos, intemperancia. Hombres y mujeres “de primera” como el sinaloense Rubén Rocha Moya, “un buen gobernador que está enfrentando a los grupos caciquiles y conservadores de siempre”; como el sonorense Alfonso Durazo, en cuyo estado la violencia es un espejismo fomentado por la derecha; como Evelyn Salgado en Guerrero y Alfredo Ramírez Bedolla en Michoacán, donde los grupos criminales están en franca retirada ante la fuerza contundente del Estado. ¿Y en Zacatecas? La familia Monreal —con David como gobernador y Saúl, quien ahora busca una senaduría, como presidente municipal de Fresnillo— ha puesto la vara muy alta con gestiones impecables.
En todos los ámbitos de la administración pública —en Pemex, CFE y FGR, por ejemplo—, en las candidaturas de Morena, en los medios de comunicación del gobierno, con un hombre verdadero como Jenaro Villamil al frente, solo hay gente excepcional. Gracias a ella estamos casi en el paraíso, aunque no nos demos cuenta. Pobres de nosotros.
Queridos cinco lectores, El Santo Oficio los colma de bendiciones. El Señor esté con ustedes. Amén.
AMLO ha endurecido sus embates contra el “periodismo tramposo”