Los centennials nos cierran la boca
Pasa todo el tiempo: las generaciones más viejas nos quejamos de las más jóvenes y pensamos que son peores que la nuestra, más flojas, sin sentido de la vida, que siguen sin “ponerse la camiseta” (lo que sea que eso signifique), sin valores claros, etcétera. A los millennials nos estigmatizaron los X, a ellos los boomers y así sucesivamente. Con los centennials sucede lo mismo, pero las últimas semanas han mostrado una valentía que quizá las otras generaciones no queríamos ver.
La portada de mayo de la revista Time dice “La revuelta en los campus. Escenas desde las universidades estadunidenses” y muestra la imagen de una estudiante con la cara tapada por una kufiya —el pañuelo palestino—, con el brazo izquierdo levantado y haciendo el signo de “paz”. Detrás de ella, y a su costado, hay más personas. Son estudiantes de la Universidad George Washington, en Estados Unidos, que piden el cese de la violencia que el estado de Israel ejerce contra la población palestina: ha matado a más de 30 mil personas desde el 7 de octubre pasado, después de que la organización Hamás matara a mil 200 personas en un ataque contra Israel. La fotografía fue tomada por un estudiante en The GW Hatchet, el periódico estudiantil de la universidad.
Los y las centennials han tomado universidades no soloencasitodoEstadosUnidos,sinoalolargodelmundo—México,Holanda,Grecia,Alemania,Irlanda,Australia…— para pedir un cese a la violencia y por ello han sido desalojados, golpeados y detenidos por las autoridades.SegúnTheWashingtonPost,másdemil200personashansidodetenidasenprotestasuniversitariasen EstadosUnidosdurantelasdosúltimassemanas.
EstemovimientononecesitabadeTime paratener valíayservitalenunmomentoindispensable,perolas portadas—cuandofuncionancomodeberían—muestran y dejan para la posteridad momentos icónicos de lo que sucede en el mundo. Esta es una que trascenderá, porque muestra la valentía de una generación que está peleando por gente desconocida que sufre de hambruna y violencia al otro lado del mundo.
Escomúnescucharoleerqueloscentennialssonla “generación de cristal”, que no se comprometen, que no valoran las libertades y derechos ganados por otras generaciones. Hoy esa generación está poniendo el cuerpoyalzandolavozporlosmásde13milniñosque han muerto en Gaza y otros miles que han quedado huérfanos.Nohayformadeescatimarleseseesfuerzo.
“A veces nos tachan de ilusas, pero a pesar de que los movimientos políticos tienen que ser concretos, también son movimientos de imaginación, de poner el cuerpo para algo que parece inexistente, pero que puede tener una réplica. Aquí y ahora estamos creando un antecedente y una memoria. Quizá parezca que lo digo con aires de grandeza, pero la historia no se hace desde la narrativa grandilocuente que se enseña en los salones. Es cuando alguien decide imaginar que las cosas pueden ser de otra manera”, le dijo la alumna de la UNAM Karime Rajme, quien está en uno de los campamentos, al diario El País.
Es fácil volverse cínico en el mundo en el que vivimos,
_ donde todo el tiempo estamos viendo tragedias, crisis y un futuro catastrófico. Las protestas de los centennials para exigir que paren las muertes de civiles muestran que esa “generación de cristal” es quien mantiene viva la esperanza por un mundo menos terrorífico.