¿Por qué hicieron eso, Apple?
La marca es maestra en la innovación, en la tecnología y nunca debe dejar de celebrar el hecho de que ha vuelto portátil nuestra música, nuestra información y en general mucho de nuestra cultura. Una vez dicho eso, debo coincidir con la conclusión de sus ejecutivos al día siguiente de lanzar su más reciente anuncio (en redes) para su nueva iPad Pro: “No le atinamos con este video y lo sentimos mucho”.
También lo siento mucho, literalmente. Mucha gente se enfureció con el video conocido como Crush, en el que prácticamente todas las herramientas para la creatividad y las más bellas formas de reproducirlas son trituradas y aplastadas hasta su desaparición para dejarnos en su lugar la iPad “más poderosa y delgada de todos los tiempos”.
No es un tema del producto, es el hecho de que en el spot, que ya no será pautado en televisión, destruye literalmente imágenes de nuestra nostalgia, creación y recuerdos de una manera cruel. Hasta la pelotita amarilla que al final pierde sus ojos parece estar sufriendo de una agonía insoportable en los últimos momentos de anuncio.
Es un extraño error para la compañía que tiene, aún, uno de los anuncios más impactantes y aspiracionales de todos los tiempos (Macintosh 1984) y que desde entonces han sabido mejor que nadie cómo posicionarse como aliados y no destructores de la creatividad.
Vale la pena destacar cómo este anuncio incrementa el terror colectivo que antes veíamos en la ciencia ficción y ahora comprendemos mejor cada día, de la vulnerabilidad de nuestra condición humana ante la tecnología. Fue, en efecto, un error pero uno interesante. Sobre todo porque nos tiene hablando del producto.
_ ¿Hará que quien lo fuera a consumir deje de hacerlo? ¿O habrá cumplido su misión de anunciarlo? Probablemente lo segundo, pero no quiere decir que no se sienta feo ver esas imágenes.