Está tu vida
Escuchar lo que el doctor tiene que decir es difícil, así como empezar con los estudios y las vueltas al hospital, sin embargo, cuando oímos hablar de un posible cáncer, para algunos representa uno de los temores más grandes.
Después de un diagnóstico de este tipo las personas comienzan a buscar información para tener más conocimiento de lo que puede pasar, pero lo que más se puede manifestar es el miedo, sobre todo de los familiares que se van enterando de la situación.
A veces no se sabe cómo ayudar o acompañar a la persona enferma, porque el impacto de los demás también puede ser paralizante; para quien se le ha detectado el cáncer, puede que no haya un libro o algo que le pueda ayudar, sólo asimilar que está vulnerable y que la vida eventualmente se torna impredecible.
Sin embargo, de un quiebre puede surgir el mayor comienzo de un gran aprendizaje, sin romantizar los momentos difíciles que lo pueden llevar a tocar fondo.
Uno de los temas a revisar es aprender a recibir ayuda y pedirla cuando sea necesario, ya que a veces nos acostumbramos a resolver todo y es importante para las personas que nos rodean el poder brindar cariño a través de los actos de servicio.
A enfrentarlo
El miedo nos provoca vulnerabilidad y sólo hasta que lo reconocemos podemos empezar a soltarlo; nos hace retomar la fe en nuestras creencias, soltar la soberbia y darnos cuenta que podemos confiar en un poder superior.
Surge desde las fantasías de lo que crees que puede pasar al vivir el dolor o sufrimiento y como siempre ha tenido mala reputación -considerado algo que "no debemos sentir"-, a veces se disfraza de otras emociones como enojo, angustia, frustración o soledad.
Detrás de toda historia de enfermedad también existe una historia de fortaleza, aprendizaje, valor; personal de salud que se compromete a ayudar, familiares de apoyo, amigos y desconocidos que ayudan de una u otra forma a que lograr la sanación.
Todas las personas que están luchando contra el cáncer están haciendo lo mejor que pueden con las herramientas que poseen; es muy importante trabajar con la parte emocional para estar en constante revisión y expresar lo que se va viviendo en todo momento.
Un especialista -de preferencia que esté capacitado para este tipo de situacionespuede ser un gran apoyo, así como grupos de autoayuda donde se hable y acompañen entre todos en este proceso.
El miedo nos ayuda a sobrevivir y a protegernos de situaciones que nos puede poner en peligro; también nos ayuda en el proceso de estar bien, por ello no estigmaticemos esta emoción: hay que darnos la oportunidad de tomarla y enfrentarla, soltando la resistencia.
Detrás de la enfermedad, del miedo y de todas las emociones que genera un cáncer, hay un ejército luchando para que la salud vuelva; sigue soñando con el futuro, con tu salud y confía en tu cuerpo.