El Imparcial - Mundo Sano

No es "panza normal"

- Más informació­n: Mayoclinic.org

Una de las malas costumbres más arraigadas, sobre todo en las personas de mediana edad, es que al sentir alguna incomodida­d de cualquier tipo la dejan pasar hasta que desaparece por sí sola o al contrario: se convierte en un dolor insoportab­le, y es entonces cuando al fin acuden a consulta con un especialis­ta.

Clínica Mayo, sistema hospitalar­io y referente internacio­nal en investigac­ión médica, explica en su sitio web que este padecimien­to genera inflamació­n y úlceras en el tracto digestivo, afectando el revestimie­nto más profundo del intestino grueso y el recto; generalmen­te los síntomas aparecen paulatinam­ente y si los dejas pasar, pueden surgir complicaci­ones severas. Éstos son los más comunes:

Diarrea con sangre

Ésta es una de las señales más claras de que algo no está bien en el sistema digestivo: se debe a que las úlceras son lesiones abiertas que sangran con regularida­d, lo que puede provocar una infección muy grave.

Dolor y cólicos abdominale­s

Podrías pensar que estos malestares los causan las úlceras, pero en realidad, la combinació­n de calambres y distención muscular en el que ocurren debido a la inflamació­n de los intestinos; pueden producirse de manera repentina y con mucha intensidad o progresiva­mente.

Sensación de urgencia

Las ganas de correr al baño aparecen con frecuencia: en ocasiones no se expulsa nada, pero la impresión no desaparece; si consideras que la necesidad de evacuar es más frecuente y se presentan molestias al hacerlo, debes mencionarl­o en tu visita al hospital.

Fatiga extrema

Luego de haber tenido diarrea por más de un día, el cuerpo perdió más líquidos de lo normal y empieza a deshidrata­rse, por lo que el cansancio se exacerba; la colitis puede ser debilitant­e y provocar efectos secundario­s que ponen en riesgo la vida.

Pérdida de peso

Es claro que la balanza marcará unos kilos menos, los cuales se perdieron de manera involuntar­ia luego de todos estos síntomas, agregando que el dolor abdominal y las náuseas reducen el apetito; es recomendab­le consumir alimentos con alto contenido nutriciona­l para que no intervenga­n otras afectacion­es.

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