PROTÉGELOS DESDE EL INICIO
Según datos de la OMS, de 2 a 3 millones de muertes son evitadas anualmente gracias a las vacunas; inmunizarlos es un acto de amor.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer las diez amenazas para la salud global de 2019: entre ellas se incluye el rechazo a la vacunación a la par del VIH, las enfermedades no transmisibles, el calentamiento global, entre otras. “Pudiera considerarse como maltrato infantil, porque puede ser maltrato físico, maltrato emocional y maltrato por negligencia... se considera como una negligencia el no vacunar a los niños”, recalcó José Mario Turner Galán.
El médico pediatra y neonatólogo de Hospital CIMA Hermosillo hizo énfasis en que la vacunación es parte de la medicina preventiva, que se considera más efectiva y económica que la medicina curativa. Epidemias en proceso Además de los millones de muertes que refiere la OMS que se evitan de manera mundial gracias a la aplicación oportuna de vacunas, hay que pensar también en las posibles secuelas que se están previniendo con esta acción. “Estamos hablando de muerte como el pico de la pirámide, pero
en la parte de abajo se evitan muchas secuelas”, advirtió el especialista: “no vacunar tiene costos para la sociedad muy fuertes”.
La movilidad del mundo actual suma a la diseminación de brotes, que ante el rechazo a las vacunas se vuelve una amenaza latente. “Con las comunicaciones que tenemos, las enfermedades se pueden diseminar y expandir con más facilidad. Es cuestión de ver el tráfico que hay de aviones entre los diferentes continentes: si no estuviéramos vacunados, un caso que brote en un continente se disemina con mucha facilidad”, apuntó. Peligrosa ideología Las vacunas aportan tranquilidad para desplazarse y realizar las actividades que requieren de contextos en los que se está en contacto con otras personas. El especialista explicó que la vacunación masiva genera un efecto rebaño, es decir: si hay un menor no vacunado, es posible que no se contagie debido al escudo que representan los demás niños vacunados que lo rodean, pero cada persona que no recibe la protección debilita ese escudo. Hogares en los que viven adultos mayores, personas con enfermedades crónicas y otros sujetos vulnerables deben tener especialmente en cuenta vacunar a los menores, para que éstos no sean vehículo de infecciones hacia la vivienda.
“Hay mucha gente que trae la idea de no vacunarse, pero ellos están bien gracias a que la gran mayoría de los niños están vacunados; a ellos no les llegan las enfermedades, pero si dejamos que crezca la cantidad de niños no vacunados, se puede presentar una epidemia”, dijo.